
30 planes para descubrir qué hacer en Valladolid en julio y en agosto y no morir de calor
Valladolid se escribe con V de vino, pero también con V de viaje, con V de vacaciones… y con V de verano. Si mezclamos todo, bien podría decirse que Valladolid bien merece un viaje en vacaciones para disfrutar del verano. Las temperaturas, salvo en las horas centrales del día, invitan a conocer esta ciudad que sorprende a cada paso.
Ya seas vallisoletano o turista, es bueno que sepas que Valladolid en estío no es un hastío. El listado de planes que se pueden hacer solo, en familia o con amigos es inagotable. Solo hace falta que rebusques y te saldrán uno para cada día del mes. Si no quieres pensar, en VYMM te hemos preparado un buen puñado de lugares que visitar o planes muy fresquitos que barajar. ¡Y olvídate del calor!
Rutas a pie, en bici, en barco…, deporte, música, teatro y lectura al aire libre, hasta viajes de globo.
¿Empezamos?
Las bicicletas son para el verano

Haz caso a Fernando Fernán Gómez y coge la bicicleta este verano para ver Valladolid sobre ruedas. Ponte el casco, enfúndate el maillot y… ¡a pedalear! Es sano y ecológico. Te proponemos cinco rutas para recorrer en solitario, con amigos o en familia la ciudad a golpe de pedal. Cinco rutas. ¿Te seduce un paseo por el río Pisuerga? Quizás seas más del Canal de Castilla o del Canal del Duero. O a lo mejor prefieres un paseo hasta Puente Duero o por el sendero verde que une Valladolid y Renedo. Tienes más de 30 puntos de préstamo de bicicletas repartidas por la ciudad.
Paseo por la Ribera del Pisuerga

En bicicleta o andando, el paseo de la Ribera del Pisuerga, el margen izquierdo, te dará la posibilidad de vivir la naturaleza en plano centro de la ciudad. Este pulmón verde te permitirá resguardarte del calor bajo olmos, sauces o moreras, mientras contemplas algún que otro barbo, carpa o incluso cangrejos rojos. Puedes comenzar tu paseo en la desembocadura del Esgueva y continuarlo bajo el Puente Mayor -el único puente que tuvo Valladolid hasta el siglo XIX-, la playa, los jardines de la Rosaleda, con sus más de 4.500 rosas, las antiguas tenerías, el puente que nunca fue colgante, hasta llegar al Palero, justo enfrente del Museo de la Ciencia. En todo ese recorrido, lleno de meandros, de aproximadamente cinco kilómetros, comprobarás por qué se dice que ‘el Pisuerga lleva el agua y el Duero la fama’.
Casa del Río
Justo al final de esa ruta te encontrarás con la Casa del Río. Pero ¿qué esconde ese pequeño edificio, ligado al Museo de la Ciencia? En ese espacio te adentrarás en los ecosistemas fluviales, especialmente el del río Pisuerga. Mediante acuarios, terrarios y módulos interactivos, entenderás la vida en los ríos y sus procesos ecológicos. Verás con tus propios ojos los peces, anfibios, reptiles y crustáceos que viven hoy en las aguas o en las riberas, o quizás las que allí habitaron. Abre de martes a viernes y domingo: de 10.00 a 14.30 horas. Los sábados de 10.00 a 14.30 horas y de 16.30 a 19.00 horas.
Piragüismo en el Pisuerga

No abandonamos el río que tanta fama otorga a la ciudad. Quizás te apetezca pasar una mañana o una tarde con amigos muy, muy, pero que muy cerquita del agua. La opción es alquilar una piragua doble con un precio de 20 euros por persona por 2 horas para surcar a tus anchas el río Pisuerga. ¿Dónde? El Club Deportivo el Cisne, fundado en 1964, te facilita una experiencia de lo más refrescante. Eso sí, se requiere cita previa.
Un Pisuerga de Leyenda
Si prefieres no poner a prueba tu habilidad con los remos, pero sí adentrarte en el río Pisuerga sin que te salpique una gota, quizás tu opción sea enrolarte en la Leyenda del Pisuerga. 13 kilómetros, desde la Playa de las Moreras hasta el Puente de la Hispanidad, en los que ver Valladolid desde otra perspectiva. Mira, observa, escucha e incluso bebe, porque en el interior del barco hay incluso servicio de bar. Durante el mes de julio, de martes a viernes, el barco zarpa a las 20.00 horas. Los sábados, domingos y festivos hay dos pases: a las 13.00 horas y a las 20.00 horas.
Playa del Pisuerga

Está muy manido, sí, pero ‘Valladolid sí tiene playa’. Es una playa fluvial que antaño sirvió de esparcimiento de miles de vallisoletanos (no hay más que ver esas fotos de los años 60 en los que no se veía ni un grano de arena vacío), pero que hoy sigue constituyendo un enclave muy requerido por todos aquellos deseosos de broncearse al sol. Son más los bañistas de sol, que los bañistas propiamente dichos, aunque en el Pisuerga a su paso por Valladolid el baño está autorizado, como cada año, por las autoridades sanitarias. Eso sí, no salirse de las zonas marcadas, ya que podría ser un río traicionero.
Ruta teatralizada por el Pisuerga
Seguro que crees que ya te sabes todo lo que concierne al Pisuerga, pero por si estás abierto a aprender más sobre el río que tanta fama da a la ciudad, debes saber que el Ayuntamiento ha organizado este verano dos rutas teatralizadas a lo largo del río.
En “Aprovechando que el Pisuerga…», recorrerás la ribera del río, acompañado por algún que otro personaje, para conocer el trabajo de los curtidores en las Tenerías o de las lavanderas en las aceñas del Puente Mayor, y te detendrás en el Palacio de la Ribera, o lo que queda de él, y verás por qué lo eligió Felipe III como su residencia de verano. Esta ruta parte los sábados a las 11 horas desde la Oficina de Turismo de la Acera de Recoletos.
Para un público más infantil, el Ayuntamiento ha previsto ‘Érase una vez el Pisuerga’. Pruebas y juegos se sucederán durante el recorrido por las riberas del río. Dos personajes irán descubriendo su historia y sus secretos porque ¿sabías que en Valladolid tuvo lugar la primera inmersión de un buzo? En este caso, la ruta sale los domingos a las 12 horas de las Plaza de Tenerías.
Piscinas públicas
Valladolid dijo adiós en 1998 a sus míticas piscinas Samoa y Deportiva, ubicadas en las inmediaciones de la playa. Hoy ya no existen piscinas tan céntricas, pero si quieres darte un baño puedes hacerlo en cuatro piscinas de verano públicas. Son las de la Rondilla, Canterac, Juan de Austria y Puente Duero. Abiertas hasta el 4 de septiembre. O continuar, como en cualquier época del año, acudiendo a las siete piscinas climatizadas con las que cuenta la ciudad.
Desembocadura del Esgueva
Por Valladolid no solo pasa el Pisuerga. También el Duero y la Esgueva; ese río que dividido en dos ramales discurría de este a oeste de la ciudad hasta llegar a su encuentro con el río Pisuerga. Aquello ya es pasado. En 1908 comenzaron las obras de desvío y canalización del cauce, que culminaron en 1910 con el recorrido que hoy conocemos: un único ramal. El paseo por su cauce resulta ahora de los más agradable, pero en esta ocasión nos detendremos en su desembocadura, entre los barrios de España y la Rondilla. Allí donde el Esgueva se precipita más de siete metros sobre el Pisuerga, tras sortear siete grandes peldaños. Llama la atención la fuerza con la que lo hace, del mismo modo que esas compuertas y esa maquinaria que antaño servía para conducir el agua hacia fábrica de la luz.
Canal de Castilla

Hablando de agua no podemos olvidarnos del Canal de Castilla, el puerto de Valladolid. Ahí no te podrás bañar, pero sí, al menos, pasear fresquito a su vera junto a uno de los principales patrimonios históricos industriales de Valladolid y esa obra de ingeniería que la ilustración soñó en el siglo XVIII. El ‘viaje’ arranca en la dársena, allí donde acaba el canal. Lo verás como nunca antes lo habías visto. Y es que la CHD ha vaciado la dársena por primera vez en 70 años. La vista es curiosa. Continúa el recorrido en paralelo a los barrios de la Victoria, Parva la Ría, Puente Jardín, y llegarás a la esclusa 42, la última del ramal sur del canal. Como particularidad, sus compuertas siguen funcionando, lo que te permitirá hacerte una idea de lo importante que fue esta obra hidráulica. Nuestra propuesta es que no pares y continúes la marcha hasta donde tus piernas te aguanten. Tienes kilómetros por delante.
Pinar de Antequera
Para respirar aire puro lo mejor es acercarte al Pinar de Antequera, a tan solo 3,5 kilómetros del centro de la ciudad. Tendrás mil hectáreas de monte repleto de pinos piñoneros. ¿Quién no fue de niño a pasar una tarde de verano de lo más familiar, con merienda campestre y recorridos en bicicleta? Acondicionado con merenderos, barbacoas, pistas deportivas, juegos infantiles… ideal para el paseo, para correr o para montar en bici. Hay incluso todo un parque de aventuras, los talleres del Pinar, donde te esperan dos circuitos multiaventura para adultos, dos circuitos multiaventura infantiles, paredes verticales para escalar, tirolinas y una piscina.
Todo un parque ambiental
Con el Pinar de Antequera no se acaba la oferta de parques en la ciudad. El Parque Ambiental del PRAE. A las afueras de la ciudad, por la Cañada Real, junto al Centro de Recuperación de Animales Silvestres y el Real Club de Hípica, nos encontramos con todo un aula de la naturaleza. Cuatro hectáreas de jardín, donde aprender y sensibilizarse sobre la importancia de conservar el medio ambiente, alrededor de una laguna central. Imperdible para cualquier familia con niños.
Escalada en Valladolid
¿Cómo que escalada en Valladolid? Vale, en la provincia es verdad que no hay muchos lugares donde practicar este deporte, pero nadie dijo que fuera imposible. Hay un rocódromo perfecto para iniciarte en el mundo de la escalada y conocer técnicas de descenso, ya sea el rápel o el descuelgue. Y, como complemento a subir por placas de rocódromo de diferentes grados, todo un parque de aventura donde podrás lanzarte por una tirolina y recorrer circuitos en altura. Ideal para grupos de amigos o de familias. Para el uso del rocodromo no es necesario reservar, para el uso del parque de aventura es imprescindible reserva previa. Se llama Geko Aventura y abrió en 2018 en el Polígono de Argales.
Leer al aire libre

Con la llegada del calor, la Biblioteca de Verano Campo Grande, muy cerca de la Oficina de Turismo, ofrece la posibilidad de leer bajo la sombra de este emblemático parque de la ciudad. Abre todos los días, incluidos domingos y festivos, de 11.00 a 14 horas y de 18.00 a 21.00 horas. Así ¿quién se puede resistir a leer? Además, a un buen libro se acompaña con diferentes actividades gratuitas para todas las edades y gustos, desde una perspectiva lúdica y creativa. Habrá exposiciones, cuentacuentos, cuentos pajareros y otros animales del parque, historias del Campo Grande, talleres de robótica, actuaciones musicales, recitales de música y poesía…
Cine al aire libre
¿Os acordáis de la sensación de ver cine al aire libre? Pues en el Museo Patio Herreriano podréis revivirlo porque todos los martes, hasta el 16 de agosto, ofrece un ciclo de cine estival al aire libre. De la mano del director de programación de la Filmoteca Española Carlos Reviriego, el Patio de los Reyes te espera. La entrada será libre hasta completar aforo. A partir de las 22.15 horas.
20 aniversario del Universijazz

20 años hace ya que comenzará su andadura el Festival Internacional de jazz Universijazz. Para celebrar ese aniversario, el certamen contará en el Patio de San Benito con auténticas leyendas, como el trompetista y pianista cubano Arturo Sandoval, ganador de diez Grammys, seis Billboards y un Emmy, el cubano Arturo Sandoval (día 14 de julio), pasarán estos días por el Patio de San Benito. Se trata de cuatro conciertos programados del día 12 al 15 de julio.
Las entradas tendrán un precio único de 20 euros, aunque hay posibilidad de adquirir por 70 euros un abono para los cuatro conciertos. Pueden adquirirse en la página web entradas.uva.es. Si prefieres esperar al último día, el precio de la entrada será de 25 euros, y ojo porque solo saldrán a la venta 50 localidades cada día para adquirir en taquilla física.
Y que suene la música…

Más música al aire libre. La Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid ha organizado del 20 al 28 de julio una nueva edición de las Noches en San Benito, centrado en las distintas tradiciones musicales. El Patio de la Hospedería de San Benito albergará cuatro conciertos. Teresa Salgueiro, Fetén Fetén, La Noche de Magia Celta y Arturo Pareja Obregón actuarán los días 20 de julio, el 22, el 27 y el 28 de julio. El precio del concierto de Teresa Salgueiro será de 12 euros. Ocho euros el resto. Todos ellos comenzarán a las 21:30 horas.
PhotoEspaña
Valladolid aprovecha el verano para exhibir cultura. La ciudad se ha convertido por primera vez en subsede de PHotoESPAÑA y son las mujeres el eje fundamental de la propuesta expositiva, aunque también está presente el trabajo del fotógrafo Raghu Rai y una retrospectiva de la fotografía española del pasado siglo.
La obra de Cristina García Rodero, la primera española que formó parte de la agencia Magnum y Premio Nacional de Fotografía, te espera con su ‘Lalibela, cerca del cielo’ en la SME Pasión. La exposición de la italiana Donna Ferrato. ‘Holly’ se encuentra en la SME Francesas. La denuncia de la discriminación de la mujer, de Ana Amado, podrás verla en el exterior del Campo Grande, mientras que en la Sala San Benito podrás comprobar la visión del fotógrafo indio Raghu Rai, y en el Museo Patio Herreriano, ‘Derivaciones. Fotografía en España entre los 50 y los 80’.
El acceso a todas las exposiciones es gratuito. Estarán abiertas hasta el 21 de agosto, salvo la del Patio Herreriano que culminará el 13 de noviembre.
Tesoros numismáticos
Denarios, maravedíes, reales de plata, escudos y escuditos o durillos de oro, reales y pesetas. Seis tesoros numismáticos, reunidos a lo largo de la historia en la provincia de Valladolid, se muestran en el Museo de Valladolid durante todo el verano, como muestra de la riqueza del patrimonio arqueológico de la provincia. Se trata de una colección de hallazgos encontrados en las localidades de Padilla de Duero, Honcalada, Valdunquillo, Tordesillas, Cabezón de Pisuerga, Peñafiel, y Valoria la Buena, y que abarcan desde los siglos I al XX.
Tendrás ante tus ojos acuñaciones de oro de los reinados de Carlos III, Carlos IV, José I, Fernando VII, Isabel II y Alfonso XII (1773- 1882), y otros acuñados muchos siglos antes, junto a acuñaciones vallisoletanas del siglo XVII. Culminarás la visita viendo un audiovisual sobre la Casa de la Moneda de Valladolid y una breve proyección de “Monedas de la historia de España”. De martes a domingo, de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas.
Ruta Ríos de Luz

Cae la noche en Valladolid y es momento de levantar la vista. ¿Por qué? Para ver de qué color se ‘tiñen’ los principales monumentos de la ciudad. Llega el momento de emprender el tour ‘Ríos de Luz’; una visita a pie por el casco histórico que te llevará a las plazas más destacadas: la Plaza Mayor, la plaza de la Fuente Dorada, la Plaza de la Universidad, la Plaza de San Pablo… y a los emblemas de la ciudad: la Academia de Caballería, la iglesia de la Antigua, de San Pablo, de San Martín, el Palacio de Pimentel, el Palacio de Villena, el Palacio de Fabio Nelli, el Teatro Calderón, la Catedral, la iglesia de San Benito, de las Angustias, el Colegio de San Gregorio… Todo un recorrido con una duración aproximada de una hora y cuarenta y cinco minutos en compañía de un guía que te mostrará la historia de Valladolid. Descubrirás entonces por qué ese proyecto alzó a Valladolid a ser en 2011 considerada la ciudad mejor iluminada del mundo, entre 180 aspirantes.
Esta visita se realiza todos los viernes y sábados a las 22 horas, con salida desde la Oficina de Turismo de la calle Acera de Recoletos.
Un viaje en autobús
El buen tiempo anima a patear la ciudad, pero otra opción es visitarla subido al autobús turístico. Durante los meses de julio y agosto los horarios se amplían. Se realizarán todos los jueves, viernes, sábados y domingos, en horarios 12, 13, 17, 18 y 19 horas.
Y cómo no, tienes ante ti la posibilidad de participar en esas visitas guiadas diurnas que tanto atraen a vallisoletanos y a turistas: la Ruta Arqueológica, Valladolid Histórico, Valladolid di-vino, Patios Renacentistas, El Hereje o Cómete Valladolid. Y nocturnas como Misterios de Valladolid y Fantasmas y Más, así como visitas a la Academia de Caballería en julio, y al Museo de la Policía Municipal MUSAP en agosto; o las rutas familiares del Club de los Sabuesos.
Perderse en casas ilustres

Valladolid llegó a contar con 300 palacios en su época de esplendor, hoy solo queda una tercera parte en pie, pero aún son muchas casas las que guardan secretos históricos. En la ciudad hay dos edificios que son un museo en sí mismo. Están la Casa de Cervantes, la única de toda España que se conserva y en la que realmente vivió el escritor. También la casa del inmortal ‘Don Juan Tenorio’. José Zorrilla nació en esta casa el 21 de febrero de 1817. Pasó en ella su infancia y a ella regresó en 1866.
Y si hablamos de casas, ¿por qué no conocer la Casa de Colón? El descubridor, que falleció en Valladolid, no vivió nunca en ese edificio, pero sí te permitirá rememorar la vida de Cristóbal Colón y viajar al siglo XV para revivir el Descubrimiento de América.
Otra sugerencia: la Casa de la India. Se trata de un edificio de principios del siglo XX, ubicado en la calle Puente Colgante, que guarda en su interior la cultura india y la difunde a través de exposiciones, proyecciones, encuentros… Del 26 de agosto al 5 de septiembre, por ejemplo, propone un Viaje de Cultura, Artes y Bienestar en Kerala, al sur de la India.
Museo de la Ciencia

Si lo tuyo es volar con la imaginación años luz, el Museo de la Ciencia es tu lugar. Durante todo el verano estará abierta la exposición ‘Marte. La conquista de un sueño’, con la que obtendrás respuestas de por qué el planeta rojo nos fascina. ¿Seremos capaces algún día de vivir en Marte? Mientras llega ese día, nos queda sumergirnos en las hipótesis sobre si existirá allí vida. La muestra te desvelará algunos misterios y curiosidades en la carrera espacial hacia Marte. Y, de paso, podrás entrar en el planetario para contemplar programas audiovisuales sobre el Universo. Los hay enfocados para adultos y también para los más pequeños de la casa.
Una tarde de chiringuito
Qué levante la mano quien no tenga tentación de pasar una buena tarde de terraceo para mitigar el calor. Además de las tradicionales terrazas urbanas de la Plaza Mayor, a las que cada vez se suma más oferta, otra de la zona típica en Valladolid es la Plaza de la Universidad y aledaños. Pero si lo tuyo es más un chiringuito, la opción entonces es claramente la Pera Limonera. No te hará falta ir a la Costa del Sol o a la Costa del Azahar para sentirte en plena playa. Tan solo debes dirigirte a la Playa de Valladolid y elegir una de los seis ambientes distintos que ofrece este establecimiento, desde el desayuno hasta la madrugada.
No hace mucho que Valladolid ha sumado otro chiringuito. Nos referimos a la Tarara, en la subida a Fuensaldaña. En un entorno muy agradable, perfecto para respirar aire fresco sobre un manto de césped natural y bajo la sombra de un palmeral.
Atardecer en el Cerro de las Contiendas
Quizás tengas necesidad de encontrar un soplo de aire fresco en plena ciudad. Dirígete entonces al Cerro de las Contiendas. 17 kilómetros de caminos y sendas a modo de espacio idóneo para esparcirse al aire libre. Tienes diferentes itinerarios y no pocos miradores. Si te asomas al balcón del cerro, la imagen de Valladolid será única; y al atardecer inmejorable.
Torre de la Catedral

La subida a la catedral de Valladolid no defrauda. No hay edificio más alto en la ciudad, con permiso del Duque de Lerma. Desde arriba de la torre sur, a 70 metros de altura, no pararás de ver la ciudad en miniatura en sus 360 grados. Tranquilo. No tendrás que subir a pie. Para evitar la fatiga, hay ascensores que te llevarán a lo más alto. Pero si las vistas merecen la pena, también el resto de la visita. Durante el recorrido descubrirás los entresijos del campanario y los secretos mejor guardados de la sala de máquinas. Las visitas guiadas, de 45 minutos de duración, se pueden realizar los martes a las 17 y 18 horas; los miércoles y jueves, también a las 11, 12 y 13, horas. Los viernes y sábados a las 11, 12, 13, 17, 18, 19 y 20 horas, y los domingos a las 11, 12 y 13 horas.
Valladolid visto en globo

Si quieres ‘viajar’ más arriba todavía y rozar las nubes, te puedes plantear un paseo en globo aerostático por Valladolid, de la mano de la empresa VallaGlobo. Despega todos los fines de semana del año. No solo incluye el vuelo en sí; también participarás en el montaje de la cesta, en el despliegue de la vela y en el hinchado del globo. Un almuerzo con productos artesanales y un brindis pondrán el broche a una jornada con la que podrás presumir de tu bautismo de vuelo. Tiene, además, previsto realizar un vuelo especial los días 21 y 25 de julio en la Ribera del Duero. Y hay otro proyectado para el 6 de agosto en la Ribera de Castronuño.
Heladerías
Con tanta actividad es fácil que te apetezca un helado, ¿verdad? Cuando el calor aprieta, largas son las colas en una de las mejores y más históricas heladerías de Valladolid. Nos estamos refiriendo a Iborra, en la calle Lencería, en las inmediaciones de la Plaza Mayor. Lleva más de 100 años ofreciendo a vallisoletanos y turistas deliciosos helados y turrones. A pocos pasos también nos recibirá una ‘vaca’, como reclamo de que en la heladería Gelati Ernesto, en la calle Ferrari, el producto es muy natural. Son solo dos ejemplos, pero Valladolid es golosa.
De Tapas

Valladolid es golosa y sabrosa. No te puedes ir de Valladolid sin comprobar con tus seis sentidos por qué Valladolid es la capital de la tapa, un referente gastronómico, que se ha ganado ser la sede de competiciones de prestigio, como el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, que se celebra en noviembre, o el Campeonato Mundial de Tapas.
La lista de establecimientos que miman las tapas en Valladolid sería inabarcable, por lo que en Viajar y Mucho Más hemos elaborado una ruta por algunos de los más destacados establecimientos del casco histórico que dan a Valladolid esa fama. Pincha en tapas por Valladolid si se te ha abierto el apetito.
‘Valladolid con v de vino’

Pero ¿qué sería de una buena tapa si no fuera acompañado por un buen vino? Cinco son las Denominaciones de Origen del Vino de las que puede presumir Valladolid, por lo que no hay bar o restaurante en el que no puedas saborear un buen Ribera del Duero, un Rueda, un Cigales, o un Toro o un Tierras de León. Mejor que los pruebes, y luego nos digas.
Y para terminar… un sabroso lechazo
No empieza por V, pero Valladolid también podría escribirse con V de Lechazo. Nos relamemos solo de pensar en ese lechazo haciéndose al horno, en el interior de una cazuela de barro. Como amantes de este manjar, la dificultad para elegir un solo establecimiento donde degustarlo se nos antoja complicado, pero por si os sirve de referencia, os dejamos los lugares más top para comerlo.
La Parrilla de San Lorenzo, todo un clásico, o el Figón de Recoleto, mientras paseas por la zona más burguesa de Valladolid. En la provincia también puedes escoger entre ir a alguna de las bodegas de Fuensaldaña o de Boecillo, o al Mesón Casa Pedro, en Herrera de Duero, o Los Doce Arcos, en Traspinedo. Te decimos lo mismo que con el vino, pruébalo y nos cuentas.

Por Mar Peláez