La Procesión General de la Pasión de Valladolid. En la imagen, un cofrade porta una gran Cruz delante del Teatro Calderón

10 embajadores de diferentes países asisten al Sermón de las Siete Palabras y la Procesión General de La Pasión

La ciudad también recibe estos días a turoperadores italianos, especialistas en turismo religioso, interesados en la Semana Santa vallisoletana, la primera en ser declarada de Interés Turístico Internacional de España

Valladolid puede presumir, sin ningún complejo, de contar con el mejor conjunto de escultura policromada barroca de toda EspañaEs única y eso le valió en 1980 convertirse en la primera Semana Santa del país en ser declarada de Interés Turístico Internacional, junto a la de Sevilla y Málaga.

La Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, en la plaza Mayor de Valladolid.

La Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor regresó a las calles de Valladolid, tras tres años callada por la pandemia. Lo ha hecho en un ambiente de silencio, roto por los tambores y cornetas, y por el murmullo de una ciudad con ganas de revivir la pasión.

El desfile volvió a iluminar el centro de la ciudad con 33 pasos de las 20 cofradías, todas las de Valladolid, y convirtió el corazón de Valladolid de nuevo en un museo al aire libre. 

Sin duda, esa excepcionalidad y extraordinaria belleza de los desfiles procesionales de Valladolid ha instado al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, a lograr que la ciudad hay concitado el interés de 10 embajadores de otros tantos países que se han trasladado hasta la capital del Pisuerga para conocer su Semana Santa. Tras la recepción y la firma en Libro de Honor del Ayuntamiento, los embajadores han asistido al Sermón de las Siete Palabras en las tribunas instaladas en la Plaza Mayor y han presenciado la Procesión General de La Pasión.

El alcalde de Valladolid con los embajadores asistentes.

Hasta la ciudad se han trasladado los máximos representantes en España de Estonia, MariinRatnik; Japón, Kenji Hiramatsu; Italia, Ricardo Guariglia; Guinea Ecuatorial, Miguel EdjandAngue; Guinea Bissau, Abel Coelho; Corea del Sur, SahnghoonBahk; Guatemala, Mónica Renata Bolaños; Arzebaiyan, RamizHasanov; Indonesia, Muhammad Najid, y el encargado de asuntos de la embajada de Afganistan, Mohammed Rahin. Muchos de ellos además han estado acompañados de sus agregados culturales.

El alcalde también ha recibido en el Ayuntamiento a los operadores turísticos italianos que durante estos días se encuentran en la ciudad interesados por la Semana Santa vallisoletana. Se trata de un grupo de turoperadores y agencias de viajes especializados en turismo religioso, que han estado acompañados por el embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia; así como de miembros de la Oficina Española de Turismo en Roma.

La acción está organizada por el Ayuntamiento de Valladolid, a través de la Sociedad Mixta para la Promoción del Turismo; cuenta con la colaboración de la OET de Roma, y es fruto de la colaboración que se inició en el mes de noviembre en la capital italiana, cuando Valladolid presentó su Semana Santa en la Embajada de España ante la Santa Sede. 

Tras la recepción por parte del alcalde de la ciudad, los turoperadores también han podido ver el Sermón de las Siete Palabras y acudirán a la Procesión General, pero hasta el domingo van a recorrer el Valladolid Histórico, conocerán la iglesia de Santiago, subirán a la torre de la Catedral o visitarán el Museo de Escultura. A esto se suma que también se trasladarán hasta Medina de Rioseco para conocer el Museo de San Francisco, las iglesias de Santa María y Santiago, o realizar un paseo en barco por el Canal de Castilla.

El objetivo es que los operadores turísticos conozcan el potencial de Valladolid como destino religioso, descubriendo la singularidad de su Semana Santa, reconocida de interés turístico internacional, pero también de su patrimonio, sus tradiciones y gastronomía.

El número de turistas italianos en Valladolid se viene incrementando desde el año 2019, a pesar de los años de pandemia. Ha pasado de ser el 5% del total de visitantes extranjeros en 2019, al 6,51% en 2020 y al 8% en 2021.

Cortejo del Sermón de las Siete Palabras.

Numerosas piezas del siglo XVI y de la Escuela Castellana

Las tallas de Jesús de la Esperanza y la Sagrada Cena fueron las encargas de abrir el cortejo, que cierran el Santo Sepulcro y Nuestra Señora de las Angustias en un desfile que representa todos los pasos de Cristo hasta su crucifixión.

La procesión arrancó a las 19.30 horas de la iglesia de las Angustias, para caminar por el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza Mayor. Es uno de los momentos cumbres del desfile, que entra por la calle Ferrari y efectúa una vuelta casi completa a la plaza, saliendo por la calle de Santiago.  

De la plaza Mayor, el cortejo camina por la calle de Santiago, plaza de Zorrilla, Miguel Iscar, Duque de la Victoria, Regalado y Canovas del Castillo, donde finaliza. En la Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias se produce un momento especialmente emotivo, el canto de la Salve Popular, a la llegada de la cofradía titular.

Entre los pasos figuran numerosas piezas de principios del siglo XVI y de la Escuela Castellana, muchas de las cuales pertenecen a Gregorio Fernández, como El Señor Atado a la Columna, el Ecce Homo, y Camino del Calvario. La imagen de Nuestra Señora de las Angustias, que cierra la procesión, pertenece a Juan de Juni. En la lista de escultores también aparecen Pedro y Juan de Ávila, entre otros.

Muchas de las piezas son propiedad del Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid, las cuales abarcan todas las escenas de la Pasión de Cristo, desde la Última Cena hasta la Soledad de su Madre. 

Por su singularidad, esta procesión es mencionada expresamente en la proposición que la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó en octubre de 2015 para instar al Gobierno a elevar a la UNESCO la declaración de la Semana Santa de Valladolid como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.

Germen

Su historia se remonta al siglo XVIII cuando la minoría ilustrada de la época realizó una primera propuesta de procesión general, para acabar con la multiplicación de procesiones organizadas por las cinco cofradías históricas y las disputas que derivaban de esto. Las cofradías deseaban mantener su independencia de las autoridades, y así, en la prevista Procesión General de 1731, acabó desfilando únicamente la Cofradía de Jesús Nazareno.

En plena Guerra de la Independencia, las nuevas autoridades ‘afrancesadas’ consiguieron hacer realidad una Procesión General en abril de 1810 en colaboración con las cofradías y el Jefe de Policía, José Timoteo de Monasterio, cofrade de Jesús Nazareno. A lo largo del siglo XIX convivieron las procesiones de Regla de las cofradías penitenciales con la organización de procesiones unificadas el Viernes Santo, con bastante irregularidad y con un continuo descenso del número de cofrades.

Al promover el arzobispo Remigio Gandásegui la recuperación de los pasos y procesiones, la del Viernes Santo se convirtió en el eje vertebrador de la iniciativa. La primera gran Procesión General estaba prevista para 1922, pero tuvo que ser suspendida por la lluvia. En los siguientes años, el recorrido se amplió, manteniéndose ya con pocas variaciones hasta la actualidad. Todas las nuevas cofradías creadas en el siglo XX se han incorporado también, junto a las históricas, a esta procesión

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