Estación de esquí de San Isidro, León

A la práctica deportiva sobre la nieve se suman otras propuestas de ocio que no puedes perderte en esta época del año

Cientos de personas esperan con impaciencia la caída de copos para desempolvar su equipamiento y poder disfrutar del esquí en alguna de las pistas de la Comunidad

Es, sin duda, una de las protagonistas principales del invierno en Castilla y León. Bien es cierto que en algunas provincias su presencia es tan escasa que pasa a un segundo plano, al reparto. Hablamos de la nieve. Un fenómeno climatológico que, como sucede con otros de los que ya os hemos hablado, como la niebla, se erige en protagonista cuando llega el invierno. Y Castilla y León, o mejor dicho algunas de sus provincias, son escenario habitual para ella, para su puesta de gala.

Dificulta y hace peligrosa la movilidad, que se ve muy afectada en Ávila, Burgos, Segovia o Soria, especialmente. Pero nos resulta imposible olvidar las estampas que su caída dibuja: la muralla cubierta por un fino manto blanco, las carreteras de los puertos del norte de Burgos cubiertas, las calles del casco histórico de Segovia convertidas en pequeñas pistas listas para deslizarse o las proximidades de San Saturio, junto al Duero, adornadas por los copos que el frío de la noche ha convertido en hielo.

Los que la ven caer cada invierno en sus ciudades conocen todo lo que entraña su llegada. Quienes, por el contrario, hace años que no disfrutan de ella en condiciones, la añoran. Ya dice el refrán que nunca llueve (en este caso, nieva) a gusto de todos.

Pero demos un salto de las ciudades a las grandes zonas montañosas de la Comunidad más extensa de España y de Europa. Allí sí saben lo que es convivir con ella durante semanas. Incluso conocen lo que es no poder moverte de casa, de tu localidad, por el aislamiento al que te somete. Ellos ven otra cara del fenómeno nieve, que es esperado con impaciencia por una buena parte de la población que ansía su llegada para poder practicar uno de los deportes invernales con más arraigo: el esquí.

Difícil elegir destino…

La riqueza y la variedad paisajística de Castilla y León hacen posible no solo elegir entre los distintos escenarios en los que disfrutar del aire libre y la naturaleza, sino entre los distintos emplazamientos para la práctica de este deporte invernal. Recorred con nosotros las más importantes…

Dos alternativas en León

Picos de Europa es uno de los principales espacios naturales de la Comunidad (compartido con Asturias y Cantabria) y también un reclamo turístico de primer orden en cualquier época del año. Llegados estos meses, la nieve se convierte en reina del paisaje y la práctica del esquí se hace posible en al menos dos espacios.

San Isidro, León.

San Isidro es, posiblemente, el más conocido de todos. La estación ofrece la posibilidad de deslizarse a lo largo de 31 pistas de distintas longitudes de las que tres están especialmente concebidas para debutantes. A ellas se suman, además, dos circuitos para esquí de fondo, un snowpark y la posibilidad de practicar ski-boardercross y un itinerario. La estación imparte clases y cursos de esquí y snowboard y dispone también de un centro lúdico infantil y de un jardín de nieve para menores de hasta doce años.

Junto a San Isidro, Leitariegos-Valle de Laciana es otra opción para disfrutar del esquí este invierno. Ubicada sobre la base del Cueto de Arbás, la estación dispone de 13 pistas balizadas más un snowpark, de modo que los kilómetros totales alcanzan los 8, a los que hay que sumar las rutas fuera de pista y la mencionada zona snowpark, de 300 metros. La estación cuenta asimismo con una escuela en la que se impartes clases de esquí, snowboard y raquetas de nieve.

Disfrutar en la Sierra de Béjar

La Covatilla, Béjar (Salamanca).

La Sierra de Béjar, paraíso natural por antonomasia en la provincia de Salamanca, se convierte también en punto de atracción en invierno para los amantes del esquí. Allí os esperan las 27 pistas, cuatro de ellas para debutantes, que suman un total de casi 22 kilómetros. Asimismo, se puede disfrutar de 5 pistas de esquí de montaña y raquetas.

Al igual que en las dos estaciones ubicadas en la provincia de León, en La Covatilla es la Escuela Bejarana de Esquí la que ofrece la posibilidad de iniciarse en este deporte y cuenta con un chiqui-park para que los más pequeños disfruten con otras actividades mientras su familia practica el esquí.

¿Y si optas por Segovia?

La Pinilla.

Emplazada en la sierra de Ayllón del Sistema Central, la estación de esquí de La Pinilla en Cerezo de Arriba, Segovia, es otro foco de atracción para los amantes del deporte de nieve. Sus 23 pistas, que suman más de 15,5 kilómetros, son recorridas año a año por miles de personas que buscan disfrutar de su práctica en un entorno igualmente privilegiado.

Una escuela infantil, además de cursos y clases particulares de esquí y snowboard, conforman la propuesta formativa de La Pinilla, que suma sus instalaciones a una completa oferta para el disfrute del esquí en Castilla y León.

Pero eso no es todo…

Santa Inés, Soria.

Existen, además, otras opciones a tener en cuenta. Hablamos de la estación de Vegarada, en la montaña central del norte de León, que ofrece cinco pistas y la posibilidad de disfrutar del esquí de fondo, el alpino o el de travesía. Tampoco hay que olvidar el punto de nieve Santa Inés, próximo a Vinuesa y la Laguna Negra, en Soria, donde se puede practicar esquí alpino, de fondo y de travesía, además de snowboard, trineos o raquetas de nieve.

Cientos de propuestas fuera de la pista

No nos cansamos de decirlo: Castilla y León tiene una cantidad ilimitada de recursos naturales, patrimoniales y gastronómicos de los que disfrutar. Así que una vez tengamos que dejar la pista y los esquíes, no faltarán establecimientos con encanto en los que pernoctar, ni restaurantes en los que disfrutar de una merecida cena con las mejores viandas y caldos. Así que, aunque el esquí puede ser la razón perfecta para desplazarse a alguna de las estaciones de la Comunidad, el resto de atractivos pondrán la guinda a una estancia inmejorable.

Arancha Jiménez

Por Arancha Jiménez

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