Santurtzi, pueblo marinero e industrial de Bizkaia

La localidad vizcaína mira de nuevo al mar, recobra sus señas de identidad y ofrece un paisaje de terrazas con sabor a pintxos y potes

Santurtzi (Bizkaia), pueblo marinero por historia y alma, bien merece un recorrido sosegado por sus plazas, calles y espacios más emblemáticos, entre los que destaca el puerto pesquero, donde el olor a mar te envuelve y el horizonte se abre hacia la ría, el Puente Colgante y el monte Serantes (452 m.), el excepcional mirador natural de la Bahía de Bilbao.

Panorámica del puerto deportivo, el puerto pesquero, la zona industrial y al fondo el monte Serantes.

La localidad y sus gentes conforman un pegamento indisoluble que se visualiza en el ambiente de sus rincones más concurridos. Pasear por las entrañas de este municipio supone una experiencia sensorial, en la que se entremezcla la animada charla de las cuadrillas, el bendito bullicio de los más pequeños y esa sempiterna sensación de víspera de fiesta que rezuman bares, comercios y la propia calle, auténtico pulmón de la vida cotidiana.

Desde Viajar y Mucho Más (VYMM) os planteamos un viaje hacia las señas de identidad de Santurtzi (unos 46.000 habitantes). Un recorrido aderezado por su gastronomía, su historia y tradiciones, el colorido urbano y la apuesta por la cultura y el ocio. De algún modo, las cartas de presentación de un municipio que aspira a subirse al mejor vagón del tren del creciente turismo nacional e internacional.

¿Te animas a viajar con nosotros? Una escapada por mar y tierra en la que te aconsejamos acercarte con mente abierta y dispuesto a disfrutar de uno de los pueblos más emblemáticos del País Vasco y puerta natural de la Gran Bahía y de la Margen Izquierda del Nervión.

¡Arrancamos!

Puerto pesquero de Santurtzi. Fotografías: Rafa Monje

Puerto pesquero

Santurtzi es desde tiempos inmemorables un pueblo marinero y, por eso, lo primero es visitar su puerto pesquero, verdadero corazón del municipio. Una ikurriña (bandera vasca) de gran tamaño te guiará hasta este espacio que alberga la centenaria cofradía de pescadores, edificio del año 1916 que acoge la sala de subastas de pescado, la Oficina de Turismo, el Santurtzi Itsas Museoa (centro de interpretación del pasado marinero) y el restaurante Hogar del Pescador, conocido ahora también como Mandanga.

Vista del puerto con la Virgen del Carmen y el puerto deportivo. Al fondo, Las Arenas.
Embarcaciones en el puerto deportivo de Santurtzi.

Pasea por el muelle hasta dar la vuelta a la estatua de la Virgen del Carmen, patrona de la localidad junto a San Jorge, y detente en la barandilla para observar los barcos de pescado atracados en el puerto; detrás, no te pierdas la vista general de Santurtzi, presidida por el monte Serantes. Toda una postal de referencia de este municipio que quiere volver a mirar al mar como antaño. De hecho, acaba de aprobarse el ‘Plan de Acción del Paisaje’, un proyecto que propone recuperar la relación histórica con el mar, además de ahondar en la calidad paisajística y la mejora urbana. Entre otros atractivos, contará con una playa urbana en el Paseo Lehendakari Aguirre, en el que se habilitarán zonas verdes, gradas y espacios para tomar el sol y bañarse en piscinas naturales de mar.

Escultura dedicada a los niños evacuados de la Guerra Civil, en el paseo del puerto pesquero. Al fondo, la estatua de la Virgen del Carmen.
Dos músicos animan el ambiente cerca del puerto pesquero.

De regreso por el puerto pesquero verás al fondo a la derecha los astilleros y esa otra imagen industrial propia de Santurtzi. Haz una parada junto a la estatua en recuerdo a los niños evacuados en buques durante la Guerra Civil y observa también la centenaria grúa de mano, testimonio de ese patrimonio industrial inherente al municipio (en la imagen principal).

Vista nocturna de la población de Santurtzi y la Gran Bahía.

Panorámica imponente

De ahí, en dirección al Puente de Bizkaia, podrás disfrutar de un paseo por los aledaños del puerto deportivo, con el mar a tu izquierda y las instalaciones deportivas a la derecha. No olvides la cámara de fotos, porque la panorámica es imponente.

Santurtzi es también punto de partida entre los meses de julio y octubre para el avistamiento de ballenas en una excursión absolutamente recomendable de 8 horas de duración y un precio de 69 euros. Pero de esta iniciativa ya te contaremos todos los detalles en otro reportaje. 

Regreso al puerto tras el entreno diario de un grupo de jóvenes bogadores.
Las traineras forman parte del paisaje urbano de Santurtzi.

Por supuesto, entre las opciones de ocio en torno al mar no pueden faltar la posibilidad de hacer una salida en velero y disfrutar de los entrenamientos de la trainera del pueblo, la Sotera, todo un orgullo para esta localidad de color morado e imborrable recuerdo a sardinas asadas.

Barco Agurtza.

Pesca tradicional

Para finalizar este primer recorrido, súbete al Agurtza, un viejo pesquero construido en 1968 en Lekeitio en el que se muestra el arte de la pesca del bonito y su modo de conservación. La embarcación acaba de reabrirse al público tras varios trabajos de reparación y pintado del casco, la quilla, la borda y la cubierta. La pena, y tenemos que decirlo, es que este barco se encuentre al final del paseo marítimo sobre tierra firme en lugar de estar atracado en pleno puerto pesquero y auténtico corazón de Santurtzi. En su favor hay que decir que se trata de una de las últimas embarcaciones de madera dedicadas a la pesca tradicional que quedan en el País Vasco y la única que se puede visitar en Bizkaia. 

La arquitectura, otro atractivo de Santurtzi.

Arquitectura elegante

Justo frente al Agurtza se encuentra el Palacio de Oriol, un edificio con elegante arquitectura de principios del siglo XX y desde el que la vista hacia la bahía es, sencillamente, espectacular. Ya por la avenida Murrieta podrás divisar otro palacio residencial, vestigio de la Belle Epoque y denominado La Casa del Gato, sin olvidar otro edificio histórico como es el Hospital San Juan de Dios.

Atardecer en el centro de Santurtzi, con la iglesia de San Jorge al fondo.
Vista general del Parque de Santurtzi.

Origen y epicentro del municipio

En este ir y venir regresamos al Parque de Santurtzi, un amplio pulmón verde y de esparcimiento ganado en su día al mar. Te proponemos un paseo tranquilo y disfrutar de las terrazas que forman parte ineludible de la imagen turística de la localidad. Aquí resalta por encima de todo la iglesia de San Jorge, justo el punto de origen de este pueblo marinero. En este lugar se encontraba un templo románico, el monasterio Sancti Georgis, de donde Santurtzi acabó heredando su propio nombre. Todo ello cuenta con documentación del año 1075. Entre ese año y el actual, el municipio ha tenido hasta 17 nombres, como por ejemplo San Jurdic (1249) o Santurce (1333).

Paseo junto al mar. Al fondo, el centro de Santurtzi y el monte Serantes.

Subida al monte Serantes

El clima de Santurtzi es oceánico húmedo, lo que propicia temperaturas suaves durante todo el año. Eso también se nota en estos días en los que los rayos del sol atraviesan las nubes, dejando una estela multicolor sobre el horizonte. Precisamente, desde el corazón del pueblo se observa, majestuoso, el monte Serantes. A sus laderas y cumbre puedes subir desde Kabiezes o Mamariga, barrios que forman parte también de la auténtica esencia de este municipio costero. Descubrir la naturaleza y la biodiversidad que atesora el Serantes es parte esencial de un recorrido donde las fortificaciones y el torreón constituyen el epílogo ideal de este gran mirador de la Bahía del Abra. Todo un lujo divisar desde lo más alto las localidades de Getxo (margen derecha) y de Portugalete, población frontera con Santurtzi.

Recuerdo a las vendedoras de sardinas, una imagen tradicional de Santurtzi.

Añoranza de sardinas asadas

En la renovada vocación de Santurtzi por recuperar su permanente conexión con el mar mucho tiene que ver su ambiente popular y su gastronomía. Salvo en la famosa canción que rememora los tiempos en los que las sardineras recorrían las calles, con sus cestas sobre la cabeza, cierto es que los ciudadanos de toda la vida añoran ese olor a sardina ‘freskue’ que se entonaba en el estribillo de una letra que ha roto fronteras… “desde Santurce a Bilbao, vengo por toda la orilla…” De ello dan fe el monumento a la Sardinera que se erige al final de la calle Capitán Mendizábal, frente al puerto industrial, y las fiestas en honor a la Virgen del Carmen en julio, en las que ese característico aroma regresa a las calles del pueblo.

Barra del bar La Oficina, con pintxos elaborados con mucho mimo.

Gastronomía y sus sabrosos pintxos

Pero, tranquilos, que la gastronomía de Santurtzi es muy variada, tanto o más como sus afamados pintxos (con x, sí) y sus bares repletos de la mejor cocina en tamaño pequeño y servida junto a un txakolí, un zurito o un vino tinto, ¡oiga, a ser posible en vaso de sidra, por favor! ¡Vamos, lo que se dice por estos lares “ir de bares o de pintxo-pote«!

Terraza concurrida en el centro de Santurtzi.

Una escapada a esta localidad no sería completa sin visitar sus restaurantes y bares emblemáticos para degustar la buena cocina vasca y compartir un tiempo de ocio en sus amplias terrazas. Asombra verlas tan nutridas de clientes, incluso cuando la lluvia se suma al disfrute del viaje.

El Lagun Etxea cumplirá 50 años en enero de 2024.

Si lo tuyo es compaginar el paseo haciendo boca a la vez, te proponemos partir desde el Hogar del Pescador, en el puerto pesquero, pasando por el Suharri, La Oficina y La Capi, todos ellos muy próximos al Parque y la iglesia de San Jorge. En La Oficina te atenderán con simpatía y profesionalidad Susana y Pili, junto a Jon, cocinero y emprendedor, todos ellos del barrio de Kabiezes. Este bar restaurante toma el nombre de la antigua oficia de pescadores que hace ya años ocupaba el mismo local. No te pierdas sus pintxos, auténtica alta cocina en pequeñas porciones, por no hablar de su bizcocho de limón para acompañar el café.

Después, acércate a la Tixtxarra, clara referencia para las cuadrillas y la mejor forma también de empaparte del ambiente tradicional de poteo. Aquí, sin duda, hay que destacar el Lagun Etxea, que en enero de 2024 cumplirá 50 años de existencia. Sus pintxos de bacalao, tortilla, huevo relleno o bonito son un auténtico placer para el paladar más exquisito, a lo que se une la simpatía y profesionalidad de Javi, Rocío, Esmeralda y Alberto a la hora de atender siempre con una sonrisa a quien se acerca hasta la barra de este mítico bar. «¡Aúpa, chicos, que os pongo!», exclama Javi, hijo y sobrino de los fundadores de este mítico establecimiento.

Santurtzi recobra poco a poco ese alma marinero que tanto y bien ha dado que hablar en medio mundo y se sube al tren del turismo sostenible y gastronómico que mueve ya a miles de viajeros. 

Escultura dedicada a Miguel de Unamuno en Santurtzi.
Vista general del espacio ajardinado de las olas, junto a las vías del tren y la carretera que circunda el Parque de Santurtzi.
Uno de los varios accesos al Metro con los que cuenta Santurtzi.

La ubicación del municipio es, además, un punto a favor, tan cerca del centro de Bilbao, a escasos minutos a pie del Puente de Bizkaia y tan estupendamente conectado por mar, tierra y aire. Varios accesos al metro jalonan su orografía, las conexiones con la A-8 es inmejorable y la distancia al aeropuerto internacional de Loiu es tan corta como envidiable.

¡A qué esperas para descubrirlo!

Rafa Monje

Por Rafa Monje

viajarymuchomas.com