Estas aves, que pasan 10 meses volando, detectan con antelación las fuertes lluvias y otros fenómenos meteorológicos
Con la primavera llega también la migración de las aves y, entre ellas, los vencejos llegan a nuestras ciudades y pueblos. Conocer un poco más sobre estas aves es un propósito en el que trabajan varias organizaciones, entre ellas SEO/BirdLife, que llama la atención sobre la vida fascinante de estos pájaros que pasan toda su vida en vuelo y que sólo se posan en el momento de la reproducción. Es decir, 10 meses volando sin parar, lo que les permite disponer de unas adaptaciones singulares al vuelo y recorrer miles de kilómetros de distancia desde sus zonas de invernada en África hasta que regresan, con la primavera, a nuestros territorios.
La necesidad de mantenerse en el aire para sobrevivir hace que los vencejos se encuentren entre los mejores meteorólogos del mundo. Al detectar grandes borrascas pueden variar con antelación sus rutas migratorias para esquivar las fuertes lluvias incompatibles con el vuelo de un ave. Esto también les afecta durante la reproducción, en lo que es un fenómeno fácilmente observable en nuestras ciudades, al aproximarse un potente frente de lluvias. Las lluvias intensas provocan la desaparición de su comida, ya que “limpian” el aire no sólo de polvo en suspensión, sino también de los minúsculos insectos que capturan los vencejos y que serán arrastrados al suelo por el agua. En estas situaciones, los vencejos abandonan el cielo de nuestras ciudades para alejarse hasta lugares libres de lluvia.

Su presencia en España avanza a medida que también lo hace la primavera. Este año ya se han registrados los primeros vencejos en el suoreste peninsular hace unas semanas y progresarán poco a poco por las costas y hacia el interior.
El adelanto o retraso estará influenciado por las condiciones meteorológicas durante su periplo migratorio. Factores como vientos, temporales de lluvia o periodos de calma, determinarán su presencia. Pero “el tiempo” lo es todo y una vez alcanzado los lugares de cría, también tienen un fuerte peso para sacar adelante las nuevas generaciones.
Cuando las aves comienzan a criar en primavera se deben dar las condiciones climáticas adecuadas para que la puesta sea un éxito. El tiempo lo es todo, y conociendo la evolución de las temperaturas y precipitaciones en el territorio podemos estimar cómo les va a ir a las aves durante la temporada de cría.
Dado que un frente de lluvias puede afectar una zona durante varios días, las crías de los vencejos están preparadas para sobrevivir sin recibir alimento durante ese periodo, entrando en una fase de “aletargamiento” en el que rebajan su consumo metabólico para ahorrar energía hasta que el buen tiempo devuelva a sus padres a las zonas de nidificación.
El océano es el termostato de la Tierra y, además, ejerce de cinta transportadora de calor. Absorbe y transforma una parte importante de la radiación solar que incide en la superficie terrestre y aporta calor y vapor de agua a la atmósfera. La formación de enormes corrientes oceánicas horizontales y verticales permite distribuir este calor por todo el planeta, a menudo a lo largo de miles de kilómetros, configurando así el tiempo y el clima de la Tierra a escala mundial y local.
Conocer la fenología de las especies, es decir cuando se reproducen o cuando migran, es fundamental para su conservación y protección. Numerosas plataformas como eBird y Aves y Clima recogen estos y otros momentos a lo largo del año. Por ejemplo, el programa Spring Alive, en el que participa SEO/BirdLife junto a un gran número de países europeos y africanos, registra la llegada de 5 especies muy presentes en nuestro territorio como son la cigüeña blanca, el vencejo común, la golondrina, el cuco y el abejaruco.