De pequeño tamaño y a dos aguas, está construido en el siglo XVII sin ningún clavo y su sujeción es perfecta

El paisaje rural de la Cordillera Cantábrica no puede entenderse sin sus hórreos. Galicia y Asturias atesoran el mayor número de esas antiguas construcciones, destinadas a guardar granos y otros productos agrícolas y mantenerlos alejados de la humedad del suelo y de la ‘curiosidad’ de los animales.

Entre ambas autonomías, fácilmente, suman más de 45.000 hórreos, pero hay un récord que le corresponde a la provincia de León. Y es que el hórreo de madera conservado más antiguo de España ni está en Galicia, ni en Asturias. El hórreo de las Bodas, a 4,1 kilómetros de la localidad leonesa de Boñar, presume de tener ese ‘honor’. Según los expertos, por su tipología arcaica, dataría del siglo XVII, o quizás algo anterior.

El arquitecto madrileño José Luis García Grinda estudió en los años ochenta esta construcción, para su monumental obra Arquitectura tradicional leonesa, y quedó fascinado por su enorme arcaísmo, sólo similar a otros dos, también montañeses.

La mayor particularidad de la construcción de este hórreo de planta rectangular está en el tipo de construcción, con tablones muy arcaicos dispuestos en posición horizontal. Sin un solo clavo. La sujeción es perfecta.

Este hórreo de estilo leonés, de pequeño tamaño y a dos aguas, se caracteriza por sus seis pegollos (pilares) de gran sección y su sencillez, en lugar de cuatro, con cerramientos en las dos esquinas y acceso desde una loseta de piedra.

Construido en el siglo XVII, según los expertos, está levantado sin ningún clavo.

El interior se divide en tres compartimentos. Cuenta con un pasillo central y sus paredes están protegidas con lajas de pizarra, rejuntadas con una mezcla de arena y cal. De esta forma, no se perdía ni una pizca de cereal.

Ya no guarda grano, pero ha conseguido permanecer en pie y sobrevivir al declive del campo, en una tranquila plazuela de la localidad de Las Bodas, que no sobrepasa la treintena de vecinos.

‘Contador’ del paso del tiempo, fue sometido por la Junta de Castilla y León en 2011 a una intervención para frenar su mal estado de conservación. Hoy en día es uno de los hitos de la arquitectura tradicional leonesa.

Es propiedad actualmente de la Diputación de León. Lleva siéndolo desde que en 2015 se formalizara ante notario el cambio de titularidad. Aunque su dueño en la antigüedad era desconocido, fueron los hijos de Eduardo Cendán y Casilda González quienes donaron este bien a la institución provincial para que se hiciera cargo de su conservación y promoción. Forma parte así de los Fondos del Museo Etnográfico de León con sede en Mansilla de las Mulas.

Este hórreo es quizás el más singular y el que ha logrado resistir más al paso del tiempo, pero obviamente no el único de Castilla y León, o más bien no es el único de la provincia de León.

Y es que León es el tercer territorio de toda España con mayor número de almacenes de este tipo. Cuenta, al menos, con 387 hórreos incluidos en el catálogo de Bienes de Interés Cultural protegidos por la Consejería de Cultura y Turismo. Todos ellos están repartidos en un centenar de localidades leonesas.

Forman parte, por tanto, del típico paisaje rural de la montaña leonesa. Ayer fueron el sustento para muchas familias; hoy malviven ante el riesgo de caer en el olvido estos bienes que guardan la historia de los pueblos que los cobijan y suponen siempre un viaje en el tiempo para paisanos y forasteros.

viajarymuchomas.com