Garbanzos con mejillones y chorizo
Un plato sencillo de hacer, económico y lleno de sabores intensos para todas las épocas del año, también en verano, es el que os presentamos en esta ocasión: garbanzos con mejillones y chorizo.
INGREDIENTES (4 personas)
- 1 k. de mejillones.
- 2 frascos de garbanzos.
- 300 g. de chorizo dulce o picante (al gusto).
- 1 pimiento verde pequeño.
- 1 cebolla roja pequeña.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Laurel.
- Orégano.

PREPARACIÓN:
- Limpiamos los mejillones, quitando bien las valvas. En una cazuela con 300 dl. de agua echamos los mejillones cuando comience a hervir , pizca de sal y tapamos.
- Cuando se abran todos, los retiramos a un plato y reservamos el caldo.
- En otra cazuela baja añadimos un chorro de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla y el pimiento verde bien picados, se baja a fuego medio y se rehoga durante unos 12 minutos. Seguido añadimos el laurel y el orégano, se da vueltas todo junto y añadimos el chorizo en taquitos pequeños, y rehogamos.
- Mientras cogemos los garbanzos y los echamos a un colador los pasamos por agua y los escurrimos bien. Es el momento de añadirlos a la cazuela con los ingredientes y mezclamos todo bien.

- Colamos el agua que hemos reservado de la cocción de los mejillones y añadimos a los garbanzos con una pizca de sal. Los cubrimos y tapamos y dejamos hacer todo durante unos 15 minutos a fuego lento.
- Añadimos los mejillones sin cascaras (aunque dejamos unos pocos con cascara para el adorno final). Se tapan y a fuego lento otros 2 minutos. Y listos. Servir caliente.
Sugerencia: el orégano y laurel aportan un toque diferente y suave, aunque son productos opcionales.
El chorizo con los mejillones casan perfectos, toque rico y sabores intensos.
Un plato económico y muy sencillo para hacer esos días que no tienes mucho tiempo o no sabes qué hacer para comer.
Los garbanzos pueden ser de paquete y cocinarlos. Si lo que escasea es el tiempo, los de bote también salen perfectos.
Dificultad: fácil
Tiempo de cocinado: 35 minutos.

Por Mertxe Pazos