
Un destino en la Costa Brava recomendable si lo tuyo es disfrutar cada instante y desconectar de la vida cotidiana
El Port de la Selva está situado en la costa norte del Cap de Creus, en el Alt Empordà, en la provincia de Girona. A menos de dos horas en coche de la Ciudad Condal y a poco más de 25 kilómetros de Francia, esta localidad es una joya en plena Costa Brava.
Su importante puerto pesquero ha ido dando paso a un creciente turismo, donde la cercanía con el país galo se nota en calles y restaurantes.

Su coqueta playa es un espacio de paz y sosiego, con aguas cristalinas y, si el tiempo acompaña, es como una piscina pero natural y de agua salada. Es una de las mejores de la comarca. Pero desde allí las vistas del pueblo de casas blancas y las montañas que circundan el municipio convierten la estampa en un regalo para los sentidos y la mente.
El Port de la Selva guarda otros muchos tesoros y atractivos turísticos inigualables. No debes perderte un paseo a pie hasta la cala Tamariua, ubicada entre todas las formaciones rocosas del Cap de Creus, aunque también puedes ir en coche y ya bajar el sendero, bien acondicionado, andando.

Desde lo alto ya visualizas la maravilla de la naturaleza, que podrás completar con un chapuzón en sus aguas transparentes. Sin duda, otra experiencia más que recomendable.
Esta localidad catalana es un ejemplo del avance sostenible del turismo. A sus varias calas (Cativa, Fornells, Taballera… y la mencionada Tamariua) se suman sus cuidadas calles, llenas de restaurantes y terrazas en los que degustar desde marisco de la zona a paellas que nada tienen que envidiar a las valencianas. Por supuesto, es un lugar para ir también en familia, de ahí que la oferta gastronómica sea amplia y variada, tanto que hasta los niños encontrarán con facilidad su plato preferido.


Bordeando toda la costa de esta playa que, por su forma semicircular, nos recuerda a la de La Concha en San Sebastián, hay un paseo de bajadas y subidas para ese paseo o ejercicio matutino o ya en el atardecer.
Tienes también la posibilidad de una incursión en la historia y para eso nada mejor que visitar el monasterio de Sant Pere de Rodes, un impresionante conjunto monumental situado en la sierra de Verdera, en pleno Cabo de Creus. Muy cerca, también encontramos el poblado de Santa Creu y el castillo de Verdera.
Los trabajos arqueológicos han confirmado construcciones preexistentes que datan del siglo VI, pero el edificio tal y como lo conocemos hoy en día fue construido entre los siglos X y XI. Rápidamente, se convirtió en un gran centro de peregrinaje y el monasterio más importante de todo el condado de Empúries, acumulando así mucho poder e influencia.
Así que este enclave de la Costa Brava no te dejará indiferente. Mejor imposible. ¿Te lo vas a perder?
Más información, accede aquí: https://www.elportdelaselva.cat/es/turismo/.

Por Rafa Monje