139 ejemplares conforman el catálogo de árboles singulares de la Comunidad

Todos ellos tienen nombre y apellidos y han logrado sobrevivir a virus, incendios, temporales y a la mano del hombre

¿Sabías que el árbol más viejo de Castilla y León está ubicado en San Cristóbal de Valdueza (León)? ¿O que el más alto en la Comunidad es una ‘reina’? Y si te digo que el más ‘grueso’ de la Península Ibérica está en esta región. De ellos sabemos su nombre, su apellido, su lugar de nacimiento, sus coordenadas e incluso sus cicatrices y desvelos. Forman parte del ‘club de notables’ de Castilla y León. Están catalogados y, por tanto, tienen un régimen de protección especial. Prohibido destruirlos, dañarlos, ni siquiera marcarlos, ni utilizarlos como soporte. Saltarse las normas podría conllevar multas de 5.000 a 200.000 euros.

Árboles notables de Castilla y León, un catálogo con 139 unidades
Un total de 139 unidades forman parte del catálogo de Árboles Notables de Castilla y León.

Silenciosos, inmóviles, echan sus raíces en la historia de Castilla y León. Algunos incluso ya respiraban cuando Cristóbal Colón avistó suelo americano y se empezaban a edificar las primeras catedrales góticas. Otros sobresalen por sus dimensiones: altura, diámetro de su copa o de su tronco…, por su originalidad, por su rareza, por su ubicación, por su valor cultural. Y siguen erguidos. Ni los virus, ni los incendios forestales, ni los temporales, ni la mano del hombre han conseguido abatirlos.

Por méritos propios se han ganado el sobrenombre de los ‘vecinos’ más singulares, sobresalientes, únicos. 139 forman parte del Catálogo Regional de Árboles Notables de Castilla y León, que creó la Consejería de Medio Ambiente por decreto en 2003. Son patrimonio vivo de la Comunidad, aunque sus propietarios sean particulares, ayuntamientos, juntas de vecinos, mancomunidades o el mismísimo obispado.

Burgos es la provincia de Castilla y León que cuenta con más ‘catedrales’ naturales aun vivas. Es propietaria de 36 árboles notables. Le sigue Ávila con 19, Salamanca con 16 y Soria con 15. Con 14 aparece Segovia y con 12 Valladolid. Con 10 figuran León y Palencia. Cierra la lista Zamora, con 7.

El listado es muy amplio, pero entresacamos los 5 que llevan la coletilla de ser el árbol más… de Castilla y León.

1 Tejo de San Cristóbal de Valdueza. El ‘anciano’ de Castilla y León

Es el abuelo de los abuelos de Castilla y León y el octavo más anciano de España. Sus raíces se hunden en 1.300 años de historia. Es el guardián del tiempo. Desde la localidad leonesa de San Cristóbal de Valdueza, a 13 kilómetros de Ponferrada, este tejo milenario fue testigo de las batallas que enfrentaron a cristianos y musulmanes por el control de la Península Ibérica en tiempos de la reconquista. En lo alto, a 1.100 metros de altitud, vio nacer y crecer a esta pedanía berciana que no cuenta con más de 26 casas habitadas todo el año. Es su vecino más venerado.

Destacan sus 15 metros de altura, pero sobre todo su gran copa aparasolada y ensanchada, en forma circular, que alcanza los 21,5 metros. Esconde a la vista del viajero un tronco, de 4,8 metros de diámetro.

De su conservación de este tejo, ubicado en suelo público, se encarga la Asociación A Morteira, una organización conservacionista que, entre otras actividades, trabaja por protección de árboles monumentales en la comarca del Bierzo.

2 Campano de Villar de Acero. El señor más ‘grueso’ de la Península Ibérica

Se necesitan los brazos extendidos de diez personas para abarcar el tronco de este castaño. 16 metros y medio mide la cintura del señor más ‘grueso’ del bosque de toda la Península Ibérica. ¿Su nombre? El Campano. ¿Su apellido? Villar de Acero. ¿Su ubicación? La comarca berciana de Somoza, perteneciente al municipio de Villafranca del Bierzo. Su récord está en peligro, eso sí, porque los temporales y la avispilla están haciendo adelgazar a este árbol, cuyo tronco está quemado desde la década de los 60. Pese a sus achaques, continúa siendo un auténtico monumento natural. Herido, pero vivo. 

No es su única plusmarca. Con 8 siglos a sus espaldas y 32 metros de altura, es el segundo árbol catalogado más longevo de Castilla y León. Es propiedad de una familia y lo custodia también la Asociación A Morteira desde 2001.

3 Secuoya de la Granja de San Ildefonso. El ‘faro’ de Castilla y León es una ‘Reina’

El techo de Castilla y León no es otro que una ‘Reina’. No es requisito imprescindible viajar hasta Sierra Nevada, en California, para disfrutar del secreto de las secuoyas. Solo es necesario acercarse al Real Sitio de la Granja de San Ildefonso (Segovia) para deleitarse con la belleza del árbol más alto de la Comunidad: 41 metros, el equivalente a 14 pisos de un edificio cualquiera.

Es el faro arbóreo de Castilla y León, aunque está muy, muy lejos, de los 115 metros de la cima del mundo: el titán Hyperion en el estadounidense Parque Nacional Redwood.

Para alcanzar el trono, la ‘Reina’ destronó la ‘Rey’ en 1991. Un rayo redujo el raberón del ‘monarca’ en aproximadamente siete metros y ahora no rebasa los 39 metros. Actúa de ‘consorte’ en los jardines del Medio Punto, frente al Palacio.

Su figura no desmerece el porte y la rareza de la Secuoya de Andrómeda o al abeto de Douglas, que están en el interior de los jardines. Y es que el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso alberga 6 de los ejemplares notables catalogados en la Comunidad; siendo de esta forma el rincón con más árboles singulares de toda Castilla y León.

4 Roblón de Estalaya, el roble que sobrevivió al tren

‘Fuerte como un roble’, el Roblón de Estalaya (también en la imagen principal) a 9 kilómetros de Cervera de Pisuerga (Palencia) figura en el listado de los árboles más longevos de los 139 que configuran el Catálogo de Árboles Notables de Castilla y León. No se sabe a ciencia cierta si lleva enraizado 500 u 800 años, como dicen algunos expertos, pero lo cierto es que representa un auténtico coloso.

Es, para los vecinos, el abuelo; y un abuelo ‘gordo’. Su grosor –313 centimetros de diámetro y un perímetro de 10,6 metros– le convierte en el tercer árbol más grueso de la Comunidad.

Hoy está vallado y protegido. Ayer (en los años 50) se salvó de acabar convertido en traviesa para el trazado de la línea de vía estrecha La Robla-Bilbao. Llegó a estar marcado para la tala, pero los vecinos de la zona le indultaron. Muchos de sus ‘compañeros’, en cambio, sí sucumbieron al hacha o a la motosierra.

5 Haya de Herguijuela de la Sierra, la más meridional de Europa

200 años de vida contempla el Haya de Herguijuela de la Sierra, en Salamanca. Se trata del haya más septentrional de Europa. Es único y representa el tipo de bosques que existía por aquel entonces cuando el clima azotaba y las nevadas eran más intensas y duraderas. Mide 33 metros de alto y tiene una copa de más de 25 metros. En 2014 perdió una de sus ramas y desde entonces no ha hecho más que pedir auxilio.

El árbol protegido situado a mayor altitud de Castilla y León es el Pino Castillo, ubicado en la localidad soriana de Vinuesa. ‘Oxigena’ a 2.011 metros de altura.

Árboles de la Comunidad ‘doblegados’

La lista podría ser más elevada de no ser porque, actualización a actualización del Catálogo de Árboles Notables, van cayendo especímenes. Desde que en 2006 fueran señalados con esta insignia, 6 han perecido como consecuencia de distintos avatares. Ni las ‘cirugías’ a las que fueron sometidas consiguieron salvarles la vida.

Ya no figuran, por tanto, dentro de ese catálogo el Castaño de Sotillo de Sanabria (Zamora), el Olmo de Olmedo Valladolid), el Roble de Derroñadas (Soria), la Sabina ‘La Borrega’ y el Pino de las Apuestas (ambos en Segovia) y el olmo de San Vicente, en Ávila.

Por Mar Peláez

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