
The Botanist propone una serie de consejos para perfeccionar esta bebida en coincidencia con el Día Internacional de este combinado
Clásico, pero efectivo. Nadie es capaz de resistirse a un buen gin-tonic en cualquier época del año gracias a su contraste de sabores e ingredientes. Este aclamado combinado se elabora a base de hielo, ginebra, tónica y un cítrico, convirtiéndose en una de las opciones más elegidas para encuentros con amigos, familiares o para sorprender a nuestros invitados.
A propósito del día del gin-tonic que se ha celebrado el 19 de octubre, The Botanist, que eleva esta bebida a un nivel superior gracias a sus ingredientes recogidos de manera manual y destilados en la destilería Bruichladdich en la isla de Islay, propone una serie de consejos para perfeccionar nuestros gin-tonics y que recoge el portal Consumidora de la revista Alimentaria, con la que colabora VYMM.
– En el equilibrio está la clave. Antes de echar la ginebra, la tónica o cualquiera de los ingredientes que seleccionemos, es recomendable añadir cinco o seis hielos en el vaso y agitarlo hasta que alcance el punto exacto. Una vez suceda, nos deshacemos del agua.

– Es recomendable añadir la tónica cuanto más tarde posible y muy despacio, para no romper las burbujas que esta contiene y evitar echar a perder todo el proceso.
– Una vez incluidos todos los ingredientes, decorar con un twist de botánicos para sacarle mayor partido a esta exclusiva ginebra preparada a base de flores y plantas recolectadas de manera sostenible en las colinas, pantanos y costas de la isla de Islay.
– Antes de beber es mejor esperar. El gin-tonic perfecto necesita un minuto para reposar. En 60 segundos los ingredientes terminarán de mezclarse y podremos disfrutar del sabor perfecto de esta bebida.
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