Procesión del Cristo de la Buena Muerte en Zamora

Pequeños y grandes municipios de la Comunidad vuelven a sacar la belleza de sus tallas en procesiones cargadas de emoción

Tras dos años de parón por la pandemia, la Semana de Pasión vuelve a las calles de los pueblos y ciudades de Castilla y León, una de las comunidades autónomas con mayor atractivo por su número de procesiones y belleza de las tallas que procesionan en medio de la devoción de turistas y habitantes.

Prueba de ese prestigio del que goza la Semana Santa en Castilla y León es que ya son 8 las localidades las que cuentan con la denominación de Fiesta de Interés Turístico Internacional. Un reconocimiento que se concede a los festejos o acontecimientos que ofrecen un excepcional interés desde el punto de vista turístico. Para conseguirla, se tiene en cuenta su antigüedad, continuidad en el tiempo, arraigo y participación ciudadana, así como la originalidad y diversidad de los actos.

De la la mano del periodista zamorano Luis Jaramillo, director de Cope Castilla y León y una de las personas que más conocen en la Comunidad las características de las cofradías, pasos y procesiones de la región, hacemos un repaso a algunos de los desfiles procesionales de enorme belleza y sentimiento.

Procesión de Regla de la Cofradía de las Siete Palabras de Valladolid

La Procesión de Regla de la Cofradía de las Siete Palabras de Valladolid, sucede en 2006 a la Procesión de Paz y Reconciliación que la Cofradía organizaba desde 1976. Sale de la Iglesia de Santiago hasta la Catedral de Valladolid. Los hermanos portan a hombros el Cristo de las Mercedes, acompañado por la banda que desgrana las notas de la marcha que lleva el nombre del Santo Cristo. En la Catedral se le canta el himno y un Miserere. El Cristo de las Mercedes, obra de Pompeyo Leoni del siglo XVI, es una de las mejores imágenes de la Pasión en Valladolid, una auténtica obra de arte. Forma parte del paso “En tus manos encomiendo mi espíritu”, que preside el Sermón de las Siete Palabras en el Mediodía del Viernes Santo en la Plaza Mayor vallisoletana. La Cofradía de las Siete Palabras se fundó en 1929.

Procesión del Santo Cristo en Bercianos de Aliste (Zamora)

El Jueves Santo, después de los Santos Oficios, la inigualable Semana Santa de la pequeña localidad zamorana de Bercianos de Aliste, saca a la calle la procesión del Santo Cristo, también llamada La Carrera. Es esta singular pasión, con origen el siglo XVI, una de las muestras más puras de la Semana Santa rural y que permanece en sus celebraciones inalterada. Tras la Misa de la Cena y la Constitución del Monumento, los cofrades con un cirio en las manos y ataviados con la Capa de Honras de Aliste, capas de pardo paño, suben hasta el Calvario cantando el Miserere popular alistano, que data del siglo XVIII y que se atribuye a Fray Diego José de Cádiz, y ya en el Cementerio, rezar la Corona Dolorosa. Regresan a la Iglesia de San Mamed donde, en el interior del templo, el juez de la cofradía anuncia quienes han solicitado ser hermano y toma juramento a quienes lo hicieron el año anterior.

Procesión del Santo Entierro de Villavicencio de los Caballeros (Valladolid)

El Viernes Santo, en la pequeña localidad vallisoletana de Villavicencio de los Caballeros, en Tierra de Campos, desde 1736, se realiza el acto del Descendimiento en la Iglesia y la posterior procesión del Santo Entierro, hoy con los pasos del Cristo de la Gracia, Jesús entre los ladrones, la Dolorosa, San Juan, La Soledad, Santa Ana y la Magdalena, y la Santa Urna. En ella los hermanos de San Francisco han depositado el Cuerpo de Cristo, cuyo Desenclavo se ha hecho en el interior de la Iglesia, tal y como refleja la secuencia evangélica de Nicodemo y José de Arimatea. La procesión, con cofrades y vecinos, se acompaña del sonido de la esquila y el tambor. El Jueves Santo, tras la exposición del Santísimo en el Monumento y la entrega, por el alcalde al Párroco, del bastón de mando, y de este al alcalde, de la llave del Sagrario, los hermanos de San Francisco rezan la Corona Franciscana según la regla de la Cofradía.

Hermandad Penitencial del Cristo de la Buena Muerte en Zamora

En la medianoche del Lunes Santo en Zamora, sale a la calle la Hermandad Penitencial del Cristo de la Buena Muerte (también en la imagen principal), que salió por primera vez en 1975. Aportó a la Semana Santa de Zamora la posición del Cristo, casi en horizontal, y la incorporación de las antorchas con cofrades con hábito monacal. Años más tarde incorporó un coro que interpreta salmos durante la procesión. El Jerusalem, el salmo que identifica a la Hermandad, obra del musicólogo Miguel Manzano, es uno de los cantos más populares de la Pasión en Zamora, que se interpreta en todo el recorrido. El hábito de los cofrades está inspirado en los cuadros de Zurbarán. La imagen es la de un soberbio crucificado atribuido a Juan Ruiz de Zumeta (1585).

Procesión del sermón de las Siete Palabras en Ágreda (Soria)

En la pequeña localidad de Ágreda, en la provincia de Soria, el Viernes Santo se celebra una procesión que denominan como los ‘Felipe IV’. Son los cofrades de la Vera Cruz, que desfilan en la procesión del sermón de las Siete Palabras. Ataviados en trajes de la época de Felipe IV, en el siglo XVI, en recuerdo de la vinculación que el monarca tuvo con Sor María Jesús de Agreda, monja de la orden concepcionista, que fue consultora del Rey. Además de los cofrades vestidos a la vieja usanza (con sombrero de ala ancha, chaleco, chupín, cola, calzón, medias, zapatos negros y algunos con gorgolla y chorrera blanca), la cofradía cuenta con una escuadra de 14 soldados romanos, con un capitán, un cabo y un paje. Desfilan con sus correspondientes armaduras. La primera parte de la procesión consiste en el traslado de las imágenes hasta la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, donde tiene lugar el Sermón de las Siete Palabras. Una vez finalizado, los ‘Felipe IV’ vuelven a la calle por la noche para acompañar a la a la Cofradía del Santo Entierro.

Procesión del Dolor en Medina de Rioseco (Valladolid)

El Viernes Santo, en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, se celebra uno de los momentos más intensos de la Pasión en Castilla y León, la salida de los denominados Pasos Grandes de su capilla: Longinos y La Escalera, que sacan los cofrades riosecanos a pulso, a sangría según el lenguaje popular, para protagonizar la procesión del Dolor. La Lanzada, o Longinos, es un paso de nueve figuras, realizadas en el siglo XVII, en el taller de Tomás de Sierra y El Descendimiento o La Escalera, formada por siete figuras, seis de ellas de Díaz de Tudanca del siglo XVII, y la imagen de la Virgen, copia de la Vera Cruz de Valladolid, realizada por Mariano Nieto. Los pasos son sacados a pulso mientras suena la marcha La Lágrima y se oye El Pardal, el sonido de una trompeta como el canto de un pájaro, que llama a la procesión. Una imagen particularmente bella en la Rua Mayor, donde bailan los pasos al son de la música. Otros pasos son el Cristo de los Afligidos, Cristo de La Paz, la Piedad, Santo Sepulcro y la Soledad.

La Cofradía de la Borriquilla, el Domingo de Ramos en Valladolid

La Cofradía de la Borriquilla, el Domingo de Ramos en Valladolid, permite una de las secuencias más plásticas que podemos encontrar en la Semana Santa castellano y leonesa. Las secciones infantiles de las cofradías se vuelcan en una colorida procesión que acaba en la calle Platerías, junto a la Iglesia de la Vera Cruz. Agitan sus palmas cuando pasa ante ellos la borriquilla, un pequeño paso de papelón, que es una verdadera reliquia de la imaginería, mientras el Cardenal arzobispo los bendice. La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, popularmente la Borriquilla, se atribuye a Francisco Giralte (s. XVI-XVII). Es el único paso que se conserva de papelón, es decir, realizado con papel y telas encoladas en torno a un armazón de madera y con las cabezas, manos y pies, de madera policromada, se dice que bajo la influencia del estilo de Alonso Berruguete. Este paso, pertenece a la Cofradía de la Vera Cruz, en cuya historia se cuenta que ya en el siglo XVI procesionaba un paso de la Borriquilla.

Descendimiento de Cristo de la Cruz en León

El Sábado Santo en León ante la Puerta del Perdón, de la histórica Basílica de San Isidoro, tiene lugar la representación del Descendimiento de Cristo de la Cruz para ser depositado en la Santa Urna. Corre a cargo de la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo, una cofradía muy joven, ya que, data de 1992. El acto se desarrolla después de trasladar las imágenes desde la Iglesia de Santa Marina La Real, sede de la Cofradía, hasta el pórtico de la Colegiata. Dos son los pasos que lleva esta procesión: el Santo Cristo de las Injurias, obra de Amancio González Andrés, de 1995, que es portado por 60 braceros y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad, reciente obra de 2013, ejecutada por Pablo Lanchares, y a la que portan otros 60 braceros. El Jueves Santo por la noche, cuando finaliza la procesión de las Tinieblas, y solo con la asistencia de los hermanos y hermanas de la Cofradía, tiene lugar en su Iglesia el acto de Enclavamiento de Cristo.

Cofradía del Jesús del Vía Crucis de Zamora

La Cofradía del Jesús del Vía Crucis de Zamora tiene lugar en la tarde-noche del Martes Santo y une la ciudad con el barrio de San Frontis, el barrio más populoso de la margen izquierda del río Duero. Fue fundada en 1941 para dar culto a la imagen de Jesús Nazareno, que se encuentra en la Iglesia de San Frontis. Es una obra anónima del siglo XVII a la que en el barrio se la tiene mucha devoción. En 1950, se incorpora a la procesión la Virgen de la Esperanza, obra de Víctor de los Ríos. El Jueves de Pasión se lleva a cabo el traslado procesional del Nazareno hasta la Catedral desde donde sale la procesión el Martes Santo. Tras recorrer el casco antiguo, atraviesan el puente sobre el río Duero, en una de las secuencias más plásticas. Cruzando el puente, en la plaza de Cabañales, se despiden el Nazareno de la Virgen de la Esperanza, que hasta el Jueves Santo estará en el Convento de las Dominicas. El Nazareno avanza a su Iglesia por la avenida que lleva su nombre mientras se rezan las estaciones del Vía Crucis.

Procesión de los Pasos de León

Desde 1611 la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León organiza la Procesión de los Pasos, que ocupa parte de la madrugada y toda la mañana del Viernes Santo. Es una escenificación de la Pasión de Cristo, a través de trece pasos portados por braceros. Es la procesión más numerosa de León, pues en ella participan más de 4.000 papones. El Paso titular es Nuestro Padre Jesús Nazareno, una de las imágenes que más devoción suscita en la capital leonesa. Es una imagen de vestir, cuya cabeza se salvó de la quema del Convento de Santo Domingo (s. XVI). Uno de los momentos más intensos de la procesión es la ceremonia del Encuentro del Nazareno con la Madre Dolorosa en presencia de San Juan. Es un momento muy intenso, que congrega a miles de leoneses que abarrotan la Plaza Mayor. Es de destacar que a la procesión los hermanos son convocados por La Ronda, con un cofrade que, acompañado de esquila y tambor, recorre la ciudad para convocar a los hermanitos de Jesús, «porque ya es hora».

El Judas Iscariote en La Alberca (Salamanca)

Por pequeño que sea el pueblo, siempre hay una procesión o una tradición curiosa. En La Alberca, en Salamanca, una de las localidades más bellas de la Sierra de Francia, hay una Semana Santa rural muy sencilla, pero que ha trascendido por un personaje, el de Judas Iscariote. Allí lo llaman El Juita, y tiene una representación un tanto grotesca, tirando con una soga del Nazareno. Sale en la Procesión del Vía Crucis del Viernes Santo y lo curioso es su historia. Se guarda en la casa de un particular y su salida de la casa es todo un acontecimiento.

Procesión de las Capas Pardas de Zamora

La Hermandad de Penitencia, denominada popularmente de las Capas Pardas, es una de las procesiones más conocidas de la Semana Santa de Zamora. Procesiona en la medianoche del Miércoles Santo, desde la Iglesia de San Claudio de Olivares, junto al río Duero. Esta procesión fue fundada en 1956 y desde la primera salida a la calle causó un gran impacto. Los cofrades visten la Capa parda alistana que ya vimos en la procesión de la Carrera en Bercianos, que usaban los paisanos como capa de honras. Llevan un farol artesanal. Los sonidos de la procesión lo componen el golpeteo de las matracas y el unísono de un Bombardino que el 1968 incorporó el músico militar, Agustín Lorenzo Gómez, que es todo un referente para la hermandad, también interviene un cuarteto de viento entonando salmodias. El Cristo del Amparo, que data del Siglo XVIII y es anónimo, es portado en andas entre cuatro grandes y toscos faroles y sólo con el adorno de unos cardos y una calavera en el calvario. Al finalizar la procesión, un coro de la Hermandad, ataviado también con la capa parda, entona el Misserere Alistano, mientras la imagen avanza para entrar en el interior del templo.

La Procesión de la Buena Muerte de Valladolid

La Procesión de la Buena Muerte de Valladolid, salió por primera vez a la calle en 1977, organizada por la Cofradía de la Preciosísima Sangre. Sale el lunes Santo y en aquel año, no tenía nombre por lo que se habló de la procesión del Crucificado. Es al año siguiente cuando ya se incluye en el programa oficial de la Semana Santa de Valladolid. Esta Procesión tiene en su fundación el cometido de orar por los cofrades difuntos y porque el tránsito al Padre sea digno y sin dolor. Portan en andas el Cristo del Olvido, obra de Pedro de Ávila, realizado el 1721. Particularmente bella es la salida de la procesión de la Iglesia de La Antigua. En el recorrido la procesión se detiene en el Colegio de San Albano, el Colegio de los Ingleses, donde se realiza una ofrenda a la Virgen Vulnerata. Sigue la procesión para llegar a la Basílica de la Gran Promesa, donde se hizo muchos años estación de penitencia. Está previsto que esta estación se haga este año en la Plaza del Salvador. El Cristo del Olvido es portado a hombros por doce cofrades.

Procesión del Silencio de Burgos

La Procesión del Silencio de Burgos es una de las más jóvenes de la Semana Santa en Castilla y León. Salió por primera vez a la calle en el año 2016 promovida por la Cofradía del Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas. Esta Cofradía burgalesa propuso esta procesión en el Viernes de Dolores, como un acto penitencial interior, en silencio. En el interior de la Parroquia de San Cosme y San Damián se reúnen los cofrades para celebrar la Eucaristía y en el transcurso de la misma se les toma juramento de silencio durante los actos penitenciales. Portan en andas al Cristo de la Salud, que es una talla del Siglo XVII. Los cofrades visten un hábito tipo franciscano y llevan un velón entre las manos. No hay músicas, solo un tambor destemplado para acompañar el paso del Cristo. Durante todo el recorrido suena la esquila del Viatico para anunciar el paso del Señor. En la Procesión hay un pebetero en el que al finalizar la procesión los cofrades pueden depositar el nombre de la persona o personas fallecidas que recuerdan y por las que rezan.

Luis Jaramillo Guerreira

Por Luis Jaramillo Guerreira

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