Los pueblos ofrecen un turismo sostenible envidiablee

La España vaciada ofrece destinos turísticos fuera de ruta que te sorprenderán en todos los sentidos

¿Te gusta la naturaleza? ¿Los sitios tranquilos alejados del turismo de masas? ¿Las cosas auténticas? ¿El aire puro? Entonces deberías plantearte como destino para tus escapadas o tus estancias vacacionales alguno de los preciosos pueblos de la llamada España vaciada. Porque visitar un pueblo tiene muchas ventajas, por eso, desde la Asociación Puebleando, dedicada a la promoción de destinos turísticos fuera de ruta, nos aportan 10 motivos por los que visitar un pueblo, aunque, sin duda, hay muchos más.

1. No está masificado

Una de las mejores cosas de visitar un pueblo que está fuera de ruta es que no está masificado. Generalmente estos destinos, salvo que se hayan hecho famosos por el rodaje de una serie, o un anuncio, no son conocidos y están alejados del turismo. Pero no por ello dejan de ser interesantes, es más, todo lo contrario.

Paseando por las calles de algunos de los pueblos de la España vaciada tendrás la sensación de que estás solo en medio de un paraíso. Cambiarás las calles llenas de gente de la ciudad por rincones llenos de encanto, los atascos por un agradable paseo a pie o en bicicleta, las colas para entrar en el restaurante por un local acogedor y te olvidarás de los horarios, podrás visitarlo a tu ritmo, sin prisas.

La dieta saludable debe prestar atención a la regularidad en los horarios
Los pueblos te ofrecen la opción de comer productos ecológicos, recién extraídos de la huerta.

2. Los productos KM 0 tienen un sabor que desconocías

Otra de las maravillas de España es la gran variedad de comidas típicas de las que podemos disfrutar y lo singulares que son. Si a eso le añadimos que los productos que vas a consumir en el pueblo los cultivan en la zona, es todavía más gratificante.

Aunque posiblemente esta ventaja se convierta en una desventaja para ti. Te advertimos que después de visitar un pueblo en el que pruebes un tomate recién cogido de la rama, es posible que ya no quieras volver a comprar un tomate en el supermercado. Sí, el sabor es diferente. Cuando comes en el pueblo el tomate sabe a tomate. Pero no te preocupes, que hay alternativas, ya hay varias iniciativas que se encargan de poner en contacto a los agricultores directamente con los consumidores.

3. Conocerás nuevas tradiciones

Vivir las tradiciones en primera persona. Hablar con un artesano, que te explique cómo hace su producto, y ver cómo lo realiza, no tiene precio. No es lo mismo que te cuenten las cosas que poder verlas en vivo y en directo.

Aunque de entrada no te lo parezca, en España hay tradiciones de lo más variopinto y diferente. Visitando algunos pueblos de nuestro país puedes descubrir y conectar con las tradiciones de nuestros antepasados, que si vives en otra Comunidad Autónoma es posible que ni te suenen. La riqueza cultural de los pueblos es infinita.

Cada pueblo tiene sus propias fiestas, su gastronomía autóctona, su artesanía y su propio patrimonio. ¿Te atreves a descubrirlas todas?

4. Te ahorrarás un dinerito, o no…

Generalmente en los pueblos todo es más barato. La bebida y la comida suelen ser más auténticas y bastante más baratas que en las ciudades. Ahora ya eres tú el que tiene que controlarse para pedir el mismo número de rondas.

En cuanto a los alojamientos, también es fácil que encuentres opciones más económicas que en las ciudades o lugares más conocidos.

Conectar con la naturaleza es otro de los grandes atractivos de los pueblos.

5. Contactas directamente con la naturaleza

Dar un paseo respirando aire limpio y fresco no tiene precio. La mayor parte de estos pueblos están enclavados en espacios naturales de gran belleza. Podrás perderte por el campo y disfrutar de un entorno natural y único, que también tienes que cuidar. 

Esto se hace aún más patente si viajas con niños. Se sentirán libres, y tendrán un contacto directo con la naturaleza que no olvidarán jamás.

6. La proximidad de la gente

La vida en el pueblo es completamente diferente a la de las grandes ciudades. Generalmente la gente es mucho más cercana y amable. Viven sin estrés y cuidan esos pequeños detalles que te hacen estar incluso mejor que en casa. Las posadas, casas rurales, y campings suelen ser zonas muy acogedoras y sus propietarios tienen un trato más directo. Los bares y restaurantes son negocios familiares, en los que a veces llegarás incluso a sentir que estás comiendo en su casa.

La gente que vive en un pueblo está enamorada y orgullosa de su pueblo, de su entorno, y de sus tradiciones. Si dedicas un ratito a hablar con ellos te sorprenderá la cantidad de cosas que puedes aprender.

7. El tiempo funciona diferente

Visitando un pueblo puedes tener la sensación de que el tiempo se detiene. A veces las manillas del reloj se paran y te das cuenta de que tienes tiempo para hacer muchas cosas a lo largo del día. Seguro que encuentras un hueco hasta para dormir la siesta. ¿Cuánto hace que no te echas una siestecita?

No tener que estar pendiente del reloj es algo que no tiene precio.

El patrimonio histórico-artístico de los pueblos es inmenso. En la imagen, la iglesia de Santervás de Campos, Valladolid.

8. Patrimonio cultural

Muchos de los pueblos que ahora están sufriendo las consecuencias de la despoblación hace años han sido lugares estratégicos, incluso villas llenas de riqueza. Esa riqueza se sigue mostrando en su patrimonio.

Si viajas por los pueblos de la España vaciada puedes encontrarte cosas tan curiosas como un pueblo de 15 habitantes con más palacios que vecinos, o con una iglesia o un monasterio increíble.

9. Visitar un pueblo es desconexión

Visitar un pueblo es la mejor forma de desconectar de nuestro frenético ritmo de vida. Te olvidarás de los atascos, del bullicio de las grandes ciudades y los cambiarás por el sonido de los pájaros, del agua, o por las campanas del reloj de la iglesia, que en muchos casos, será el que marque tu tiempo.

Vencejos sobrevolando la torre de una iglesia.

10. Visitar un pueblo es una experiencia única

En definitiva, visitar un pueblo es una experiencia única. Diseñada prácticamente a medida para ti. En muchos de los pueblos de la España vaciada es posible incluso que no veas a otros turistas durante tu estancia.

La Asociación Puebleando, sin ánimo de lucro, tiene como propósito promocionar los pueblos, comarcas y ciudades de la España vaciada, desconocida y, muy a menudo, olvidada, todo ello desde la perspectiva del turismo sostenible.

viajarymuchomas.com