Cáceres rebosa historia y tradición, gracias a su mezcla de las culturas judía, árabe y cristiana

El municipio extremeño rebosa arte, gastronomía y tradición, fruto de su mezcla cultural judía, árabe y cristiana

La 22 edición de su prestigioso Mercado Medieval llena calles y plazas de miles de visitantes con un denominador común: las ganas de volver a visitarlas

Cáceres rebosa historia, tanta que en su espectacular casco histórico puedes recorrer tres culturas –judía, árabe y cristiana– y asombrarte con sus imponentes vestigios desde su creación en la época romana. Pero la ciudad extremeña es mucho más que historia; es gastronomía, arte, ocio y un exponente claro de turismo de calidad. Y todo ello rezuma por sus diferentes rincones.

Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y miembro de la Red de Juderías de España es punto obligado para el viajero que busca, precisamente, historia y cultura con mayúsculas sin renunciar a la tranquilidad que ofrecen sus angostas y empinadas calles, especialmente en el Barrio Judío. 

Visitamos Cáceres en plena celebración del Mercado Medieval de las Tres Culturas, que cumple su 22 edición con importantes novedades que, sin quererlo, te trasladan a tiempos pasados. La mezcla de olores de los numerosos puestos (en total, hay 150) abren el apetito a los miles de curiosos que se han acercado hasta la ciudad amurallada y en magnífico estado de conservación de su patrimonio histórico-artístico.

Sin duda, Cáceres bien merece una visita pausada en cualquier época del año. A su amplia oferta cultural se ha incorporado desde febrero de este año el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, que suma más de 100.000 visitas en estos escasos meses, sin relegar su entorno monumental y su ambiente amable entre calles y plazas donde, por ejemplo, rodar una película ambientada en época medieval podría prescindir perfectamente de la construcción de decorados. ¿Para qué? Los espacios intramuros son, de hecho, el mejor escenario para su grabación.

Dónde comer

Cáceres entra al visitante por los cinco sentidos y, más allá del Mercado Medieval que estos días de recorrido preside sus calles y plazas, hay momentos para poner en práctica todos ellos. Incluso para escuchar el sonido de los pasos por las empedradas calles de su zona más antigua. El olor a una cocina basada en su amplia variedad de tapas, fiel reflejo de la tradición de sus productos autóctonos, también se mezcla con esa nueva gastronomía surgida de la alta cocina. Son incontables los bares, mesones, tabernas y restaurantes que hacen las delicias de cualquier paladar, pero nos quedamos para arrancar la jornada con el desayuno con tostadas de honro de pan de leña de ‘Churros Factory’. Y si lo vuestro es tapear, no os podéis perder la ‘Tapería Ibérico’, frente al hotel NH, o ‘La Chacharrería’, en los que la relación calidad-precio es digna de probar. Para más categoría, os recomendamos ‘Torre de Sande’ y ‘El Figón de Eustaquio’ y, ya fuera del circuito más turístico, no que quedes sin degustar la cocina de ‘Javier Martín’ o de ‘Homarus’, especialista en arroz con bogavante.

Y para alojarse…

La ciudad no deja indiferente al viajero y sorprende también por su calidad a la hora de encontrar el mejor alojamiento. Nosotros hemos optado por ‘Cáceres Deluxe’, en pleno corazón de la ciudad y a dos pasos del recién inaugurado museo modernista. Un apartamento en la calle Pizarro para el disfrute y el descanso y en el que no falta de nada. La atención personal es impecable, lo que anima a repetir en cuanto podamos su oferta de apartamentos que tiene su máximo exponente en el Palacio Cáceres Deluxe, un edificio que hace honor a su nombre porque se trata de vivir una auténtica experiencia en un palacio del siglo XVIII.  

Cáceres tiene mucho que ver. Adentrarse en su entorno monumental es caminar por una ciudad medieval, renacentista y barroca, en la que la vida suele girar alrededor de tres de sus principales núcleos: Plaza de Santa María, la Plaza de San Jorge y la Plaza de San Mateo. La piedra preside el urbanismo vertical y horizontal y, si te pierdes por sus estrechas calles, la sensación de redescubrir con nuestra propia historia es palpitante. La artesanía de la zona nos permite tocar el arte tradicional y sentirlo a flor de piel.

Son muchos los exponentes artísticos como para no verlos y percibirlos desde el primer instante. Como veis, Cáceres es la ciudad de las Tres Culturas, aunque, sin duda, es también la ciudad de los cinco sentidos. ¿Te los quieres perder?

Rafa Monje

Por Rafa Monje

viajarymuchomas.com