
72 kilómetros en plena naturaleza cántabra, con un patrimonio excepcional y una gastronomía «infinita»
En pleno Año Jubilar Lebaniego, una opción viajera para este puente de mayo (o para cualquier otro momento del año) es realizar el Camino Lebaniego (Cantabria), un recorrido de 72 kilómetros que van desde San Vicente de la Barquera (en la imagen de abajo) hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Tradicionalmente, el camino se ha divido en tres etapas, pero como bien sabemos, eso siempre dependerá de cada persona, su objetivo y su forma física. Las tres etapas son muy diferentes y eso es esencial que lo tengas en cuenta en tu organización.
Primera etapa, desde San Vicente de la Barquera hasta Cades (28 kilómetros)

La primera etapa es la que va desde San Vicente de la Barquera hasta Cades. Esta etapa nace en una de los localidades más turísticas de Cantabria, incluye casi ocho kilómetros por una senda fluvial, la del Nansa, entre Muñorrodero y Camijanes. Conviene saberlo por si finalmente el recorrido lo haces en invierno.
Desvíate en Muñorrodero del Camino del Norte en dirección a Liébana y en Cabanzón podrás visitar su famosa torre medieval, un vestigio feudal parte de un sistema defensivo.
Segunda etapa, desde Cades hasta Cabañes (30 kilómetros)

La segunda etapa es la más larga de todas: 30,5 kilómetros, desde Cades hasta Cabañes (en la imagen de arriba). Es posiblemente la más dura de las tres por su distancia y por las pendientes que encontrarás.
Pero, en este tramo disfrutarás de lugares tan reseñables como la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña, el mirador de Santa Catalina, que ofrece algunas de las mejores vistas del tramo más profundo de la garganta del desfiladero de La Hermida o las espectaculares panorámicas del Parque Nacional de Picos de Europa. En este tramo también caminarás entre robles y hayas, en un bosque repleto de figuras de la mitología cántabra.
Tercera etapa, desde Cabañes hasta el Monasterio de Santo Toribio (14 kilómetros)

La tercera etapa nos llevará desde Cabañes hasta el Monasterio de Santo Toribio, donde podrás besar la reliquia del Lignum Crucis, y donde concluye el Camino Lebaniego. Esta es la más corta de las tres etapas, con algo menos de 14 kilómetros, casi todos ellos en bajada o llano, excepto el último tramo que nos asciende de Potes (en la imagen de abajo) al Monasterio (imagen superior).

En esta etapa atravesarás el famoso habario de Pendes, un antiguo castañar de alto valor ecológico y etnográfico y, a escasos metros podrás degustar algunos de los mejores quesucus de Liébana y visitar una auténtica quesería tradicional. Además esta etapa nos permite atravesar Potes y ascender al Monasterio donde se termina el peregrinaje.
Tres etapas que puedes adaptar a los intereses y capacidades de cada uno. Y es que las etapas el camino, al igual que las motivaciones para realizarlo son múltiples y diversas, pero todas ellas igual de válidas.
«Tres tipos de peregrinos»
El guardián del Lignum Crucis y fraile franciscano, haciendo suyo un antiguo proverbio árabe, afirmaba recientemente que hay tres tipos de peregrinos. En concreto, subraya que los hay que andan el camino con los pies, pensando en el esfuerzo físico y el reto de superarse cada día. Los hay que peregrinan con los ojos, deleitándose de la magnífica naturaleza, patrimonio y cultura que se encuentran a su paso. Y los hay que lo hacen con el corazón, con una motivación espiritual, es un encuentro consigo mismo, un momento de reconciliación o el cumplimiento de una promesa.

Recomendaciones antes de partir
Lo que es común para todos los peregrinos es que hay tener en cuenta que es importante seguir una serie de recomendaciones, nos recuerda Turismo de Cantabria en su web.
La primera es que si no estás acostumbrado a caminar lo hagas con anterioridad aumentando el tiempo, cada semana, para coger fondo. La segunda es elegir la ruta que vas a seguir, informarte de los albergues, restaurantes y bares abiertos en esa etapa, tanto para alojarte como para recargar fuerzas. La tercera es elegir bien el calzado y la mochila y estar preparado para los cambios de climatología. La cuarta llevar toda la documentación necesaria: carnet de identidad, tarjeta de la seguridad social y por supuesto la credencial, la lebaniega, que es como se denomina a la credencial del camino lebaniego.
Este año, que es un momento excepcional para realizar el camino dado que es Año Julilar, resulta interesante tener en cuenta los eventos de diversa índole, que a lo largo de todo 2023 y 2024 se celebrarán en el camino y en las diversas localidades cántabras.
El pasado 16 de abril se abrió la Puerta del Perdón y el goteo de peregrinos cada vez es más frecuente en los caminos. El Año Jubilar concluirá el próximo 15 de abril de 2024, pero, tal y como viene ocurriendo desde la Edad Media, cada cierre simbólico de la Puerta Del Perdón no supone en ningún caso el cierre de las puertas de la actividad hasta el siguiente Jubileo.

De igual forma, tampoco supone para Liébana el cierre de las puertas de la acogida, sino que, añadiendo este renovado valor a sus ya numerosos recursos, las mantendrá constantemente abiertas para todo aquel que desee conocer esta región disfrutando del legado, el patrimonio y los valores que convierten a esta comarca de Cantabria en “Tierra de Júbilo”.
Ya sabes que no tiene por qué ser Año Jubilar para hacer la peregrinación y vivir la experiencia del Camino Lebaniego hasta el Monasterio de Santo Toribio.
Toda la información sobre el Año Jubilar Lebaniego y el Camino Lebaniego, la puedes encontrar en www.caminolebaniego.com y en www.turismodecantabria.com
viajarymuchomas.com