Vista nocturna del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso (Segovia), que en 2024 cumple tres siglos

El retiro favorito de Felipe V, el Real Sitio y su majestuoso entorno natural abren nuevos espacios al público y prepara ya la musealización de sus jardines

Ubicado a poco más de 10 kilómetros de la ciudad de Segovia y a 80 de la capital de España, Patrimonio Nacional invierte 12 millones de euros en obras de mejora para conmemorar sus tres siglos de vida

Fachada y jardines del Palacio.
Estancias del interior del Palacio. Fotografías: Patrimonio Nacional.

El Palacio Real de La Granja e San Ildefonso y sus jardines cumplen tres siglos este año 2024 como Real Sitio. Lugar de retiro favorito de Felipe V, quien mandó construir este ‘Versalles español’ en este lugar de la provincia de Segovia al quedarse prendado por la naturaleza y la tranquilidad de la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama. No en vano, el rey, llamado ‘el animoso’, era nieto de Luis XIV de Francia y había nacido un 19 de diciembre de 1683 en el propio Palacio de Versalles francés.

Los juegos de las fuentes son un atractivo turístico de primer nivel. Fotografía: Ical.

En este singular y deslumbrante Palacio fue donde Felipe V quiso vivir retirado junto con su esposa, Isabel de Farnesio, una vez abdicase de la Corona, lo que efectuó en enero de 1724 a favor de su hijo Luis I. Pero el fallecimiento a una temprana edad de su primogénito le obligó a retomar la Corona ocho meses después hasta su fallecimiento el 9 de julio de 1746 en Madrid. La construcción fue llevada a cabo por varios arquitectos, Teodoro Ardemans, quien la comenzó, y Juan Román, Procaccini, Felipe Juvara y Sachetti, quienes continuaron las obras.

Patrimonio Nacional, que gestiona el Palacio, celebra durante 2024 con varias iniciativas los 300 años de vida del esta impresionante edificación, ubicada a unos 13 kilómetros de la ciudad de Segovia y de 80 kilómetros de Madrid. Ejemplo de esta importante conmemoración son la apertura al público de lugares nunca vistos antes como la Torre del Reloj, los tapices de ‘El Apocalipsis’, las buhardillas donde vivía el servicio o la primera piscifactoría de España.

Reloj Turco, ubicado en el Palacio Real de La Granja. Fotografía: Patrimonio Nacional.

Un reloj que pesa 2.000 kilos y mide más de 2 metros de altura

También ha puesto en funcionamiento el Reloj organizado Turco, una joya única en el mundo con un órgano en su interior y hasta 13 melodías. Patrimonio Nacional ha logrado restaurar la pieza, que pesa cerca de 2.000 kilos y mide más de 2 metros de altura. La restauración ha permitido devolver el reloj a su emplazamiento original, la Sala Hércules del Palacio Real de La Granja, donde los visitantes del Real Sitio ya pueden disfrutar del sonido y la belleza de esta pieza única de las Colecciones Reales.

El reloj y su instrumento musical se fabricaron en Londres hacia el año 1780, en una época en la que la sofisticación técnica era cosa de relojeros y fabricantes de instrumentos musicales. El reloj presenta cuatro fachadas de bronce dorado de perfiles rectos sobre una peana rectangular y un perfil curvo en la parte superior. Tiene dos esferas horarias, una en la fachada frontal, con números turcos, y otra en la posterior, con número romanos. La pieza está decorada con elementos alusivos a la estética turca e inglesa, como dos oboes de amor cruzados. El reloj cuenta con tres mecanismos interconectados y lleva la firma de Eardley Norton, mientras que el órgano, firmado por Samuel Green, ocupa más del 80% de la estructura. 

El director de Inmuebles y Medio Natural y responsable de los proyectos de Patrimonio Nacional, Luis Pérez de Prada, ya avanzó en la última edición de Fitur que serán casi 12 millones de euros destinados a mejorar la visita y la sostenibilidad de las instalaciones de este Real Sitio. En otoño comenzará, además, una de las obras más ambiciosas, la restauración de Fuente de la Cascada, la que forma el eje central de los jardines, a la que se destinarán casi 6 millones de euros.

Allí un chorro de agua de 37 metros de altura, que lleva 80 años sin funcionar, culminará también los proyectos de reforma con motivo del trigésimo centenario de uno de los espacios más asombrosos del patrimonio español, conocido para muchos visitantes por el espectáculo que tiene lugar cada año con el encendido de un sistema de 14 kilómetros de tuberías del siglo XVIII.

Los juegos de las fuentes son uno de los mayores atractivos del lugar. Realizadas en plomo para ser pintadas imitando bronce y mármol, conforman un sistema hidráulico fue toda una obra de ingeniería que hoy día se conserva a la perfección en su forma original e incluso sigue en funcionamiento. El trazado fue obra de René Carlier, aunque, a causa de su prematuro fallecimiento, el trabajo fue continuado bajo la dirección de los escultores René Fremin y Jean Thierry y el jardinero Esteban Boutelou.

‘El Apocalipsis’, lo mejor de los tapices reales

Tampoco debes perderte la serie de tapices ‘El Apocalipsis’, una de las más valiosas. Se trata de ocho paños del siglo XVI tejidos para Felipe II por los artesanos Wilhelm Pannemaker y Jan Gheetels, a partir de cartones inspirados en estampas de Alberto Durero y atribuidas a Van Orley.

Los tapices, realizados en lana, seda e hilos de oro y plata, plasman escenas del relato apocalíptico del libro de San Juan Evangelista.  El Museo de Tapices está situado en el ala derecha del palacio, sobre las antiguas dependencias destinadas a los infantes, y se extiende hasta la Casa de Damas, que albergó las habitaciones privadas de los reyes hasta el incendio que sufrió el palacio en 1918. La restauración de esta zona del palacio se hizo pensando en albergar allí un museo de tapices para mostrar al público.

La primera piscifactoría de España

La piscifactoría del Real Sitio de La Granja se manda construir en 1867 por Francisco de Asís, marido de la reina Isabel II. En origen era un laboratorio ictiológico, siguiendo un proyecto del naturalista Mariano de la Paz Graells, cuya finalidad era repoblar las rías cercanas con truchas.

En 1941 fue reconvertida en piscifactoría y se mantuvo en funcionamiento hasta 1986. Patrimonio Nacional abre al público esta instalación con motivo del tricentenario, para dar a conocer su valor técnico y la innovación que supuso para la ciencia acuícola del siglo XIX. Para ello, se han diseñado elementos divulgativos de apoyo al visitante y también se ha procedido a adecuar la construcción y mejorar el paisaje del entorno de la piscifactoría.

Musealización de los jardines, en 2025

A lo largo de este 2024 también se afrontarán las obras de mejora para la eficiencia energética del majestuoso Palacio y sus jardines con un presupuesto de 2 millones de euros. Ya, en 2025, se abordará, en primer lugar, la musealización de los jardines de la Granja, con la creación de un centro de interpretación de las fuentes. También las obras de adecuación del centro de recepción de visitantes y la apertura del nuevo museo de tapices de la Granja (más de 3 millones de euros de inverisón) son actuaciones que mejoraran la visita de los miles de turistas que se acercan hasta este Palacio y sus jardines.

Patrimonio Nacional ha previsto la organización de las visitas en grupos reducidos. En concreto, en las buhardillas en las que se desarrollaba la vida cotidiana de Palacio, el público podrá acceder a cocinas y habitaciones utilizadas por antiguos trabajadores. Junto a ello, la Torre del Reloj, otra joya arquitectónica, donde su ventana permite contemplar el Patio de la Fuente. Las visitas están previstas desde el 18 de mayo hasta el 12 de octubre a las 10.30 horas.

Historia del Palacio y los jardines

Todo comenzó con la compra del terreno en 1718 a los monjes jerónimos del Monasterio del Parral, que tenían allí una pequeña ermita y una granja. De hecho, se cree que de ahí proviene el nombre de este real Sitio, ‘La Granja’.

Felipe V e Isabel Farnesio quisieron conservar la ermita, adaptándola a sus necesidades, con el objetivo de establecer allí su retiro. Para el monarca, los jardines y sus fuentes monumentales eran su principal divertimiento, un espacio natural que abarca 146 hectáreas. No en vano, como decíamos, había crecido entre Versalles y Marly y encargó el proyecto a los mejores paisajistas e ingenieros franceses. Tanto es así que Carlier y Boutelou diseñaron los jardines, mientras que Frémin y Thierry se encargaron de esculpir las esculturas.

La Granja de San Ildefonso es, sin duda, una de las mejores muestras del esplendor monárquico del siglo XVIII. Declarado conjunto histórico Monumental, está rodeado de un rico entorno natural y, sobre todo, de un importante patrimonio histórico y cultural con paradas tan importantes como la Real Fábrica de Cristales, uno de los edificios industriales europeos más relevantes del siglo XVIII y declarado Bien de Interés Cultural que alberga en su interior distintas exposiciones temáticas sobre la tecnología del vidrio; la Casa de Canónigos, que alberga el Auditorio del Teatro Canónigos y la sede del Instituto Katarina Gurska IKG, y las iglesias de Nuestra Señora de los Dolores, templo barroco proyectado en 1764, y Nuestra Señora del Rosario, de estilo neoclásico con reminiscencias barrocas.

Entre 1725 y 1732 se llevaron a cabo las obras del Patio de Coches – por el que acceden hoy día los visitantes– siguiendo el proyecto del arquitecto Andrea Procaccini, quien una vez terminó esta tarea se embarcó en la obra del Patio de la Herradura, junto al actual acceso a los jardines. Posteriormente, en 1736, el arquitecto Filippo Juvarra se encargaría de realizar, por petición de los reyes, una nueva fachada en el eje central del jardín, la cual sería finalizada por su discípulo Giambattista Sacchetti.

Entre las diferentes estancias que alberga este espectacular palacio de estilo barroco, sobresalen la Galería de Retratos, el Salón de Lacas o el Gabinete de los Espejos, todas ellas ubicadas en la planta principal; la Sala de Mármoles o de Europa, cuyo techo está decorado con estuco dorado sobre fondo blanco en la tradición dieciochesca y una medalla central que representa ‘El Rapto de Europa’; el Salón del Trono y la Sala Japonesa.

Por supuesto, también destaca el Museo de Tapices, cuyas obras fueron tejidas antes de la creación de la Real Fábrica de Tapices de Madrid, siendo las más antiguas del siglo XVI. Entre las diferentes series que acoge resaltan ‘Los Honores’, tejida por Pierre van Aelst sobre cartones atribuidos a diversos pintores que conmemora la coronación de Carlos V como emperador del Sacro Imperio Romano, y ‘El Apocalipsis’, formada por ocho paños tejidos antes de 1561 para Felipe II. 

Otras curiosidades que debes conocer

  • El Palacio sufrió en 1918 un devastador incendio, aunque por suerte se conservaron casi todas las decoraciones al fresco de la época de Felipe V. 
  • De entre las 26 fuentes monumentales de los jardines, todas ellas basadas en la mitología clásica, destaca la de ‘La Fama’, cuyos surtidores logran que el agua suba a más de 40 metros de altura.
  • Situada junto al palacio está la Real Colegiata de la Santísima Trinidad, templo donde se encuentra a su vez la Capilla de las Reliquias que acoge los restos de Felipe V y de su segunda esposa, Isabel de Farnesio.

viajarymuchomas.com