El presidente de la Diputación remarca que los viajeros demandan un turismo “más natural, menos masificado y 100% seguro”, como el que ofrece la provincia
Cerca de 4.500 viajeros han disfrutado ya de la experiencia del Camino de Hierro, en el oeste de Salamanca, desde su apertura el 23 de abril. El presidente de la Diputación Provincial, Javier Iglesias, ha destacado que se trata de un “macroproyecto turístico cuya visita hay que reservar con antelación”, porque se han agotado las 300 entradas al día durante todos los fines de semana desde su inauguración. “Esto no ha hecho nada más que empezar”, ha subrayado Iglesias durante la presentación de la iniciativa en la Feria Internacional de Turismo (Fitur). El acto de presentación congregó, entre otros, al ex seleccionador de fútbol Vicente del Bosque, y al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ambos salmantinos.

Iglesias remarcó que los viajeros demandan hoy un turismo “más natural, menos masificado y que ofrece experiencias maravillosas, en entornos cien por cien seguros”, marco en el que, dijo, encaja la provincia charra. Y entre las diferentes opciones, prosiguió, Salamanca dio continuidad esta mañana a un “camino único, especial y diferente”. “Se llama Camino de Hierro y ofrece la conjunción perfecta entre el agua, la tierra, el cielo y el metal”, ha ensalzado el máximo responsable de La Salina, quien añadió que esta ruta se muestra al mundo de la mano de su “historia, tradición, paisaje y sacrificio humano”.
Así, desgranó cada una de estas característica. En primer lugar ha situado la historia, porque sigue el trazado del antiguo Ferrocarril del Duero; en segundo, de tradición, “porque fue el proyecto soñado que unió durante cien años España y Portugal; sacrificio humano porque “su construcción resultó titánica para la época”, declarado Bien de Interés Cultural; y por último, naturaleza “en estado puro”, al situarse en el Parque Natural Arribes del Duero, que es Reserva de la Biosfera, informa Ical.
Por ello, Iglesias ha invitado al viajero “a caminar por los antiguos raíles del tren a su paso por La Fregeneda, para atravesar impactantes puentes suspendidos en el aire, que dan vértigo hasta a quien no lo sufre habitualmente”. “Pero eso es también parte de su encanto”, ha resaltado. Y es que no escondió que seguir el Camino de Hierro es adentrarse en túneles de más de un kilómetro, guiados solo por la luz de la interna. En total, una veintena de túneles, diez puentes y “tantas emociones como kilómetros a recorrer”.