Orquídeas en la naturaleza de Portugal, atractivo turístico creciente

El país luso cuenta con 55 especies de orquídeas silvestres y la mayoría de ellas se encuentran en este espacio deslumbrante de la naturaleza

¿Qué te parece adentrarte en un viaje enigmático en medio de naturaleza en Portugal? Te proponemos un deslumbrante viaje para descubrir, cuál botánico avezado, la vida secreta de las orquídeas en el impresionante Parque Natural de Serras de Aire e Candeeiros. Las orquídeas son auténticas maestras de la seducción y qué mejor homenaje también a la Revolución de 25 de abril de 1974 del país vecino que admirar estas especies silvestres, porque «la libertad es tan frágil como una orquídea».

Este Parque, que  se encuentra localizado al sur de Porto de Más, en la región de Leiria-FátimaPortugal, cuenta con un gran número de rutas que recorren su áridas cumbres, por lo que es un destino muy popular para realizar actividades al aire libre.

Debes saber que en Portugal hay 55 especies de orquídeas silvestres y, precisamente, una amplia mayoría, en concreto, 27 de ellas, se encuentran en el Parque Natural de Serra de Aire e Candeeiros.

Las orquídeas ‘Ophrys apifera’ se pueden encontrar en casi todas las zonas de Portugal, en suelos alcalinos y ligeramente ácidos, en espacios abiertos o con vegetación escasa. Florecen entre abril y junio y pueden alcanzar una altura de 50 centímetros.

Charles Darwin (1809 – 1882) ya consideraba las orquídeas unas de las criaturas más complejas del mundo. Imitan la forma, los colores y los olores de las abejas para atraer a los insectos. Como todas las orquídeas, esta flor está formada por tres sépalos y tres pétalos, con el pétalo más desarrollado, el labio, que imita perfectamente al insecto que la poliniza, la abeja macho Eucera longicornis. Cuando el insecto encuentra la flor (ya sea por la vista o por el olfato, ya que las orquídeas liberan feromonas que recuerdan a las hembras de los insectos que las polinizan), intenta copular con ella, haciendo que las polinias (la parte masculina de la flor) caigan sobre su cabeza. Cuando «se siente engañada», vuela a otra flor para probar suerte. Si esta estrategia de seducción falla, las orquídeas abeja tienen la facultad de autopolinizarse.

Fotografías: Luìs Afonso.

Desde hace 30 millones de años entre nosotros

Las orquídeas están entre nosotros desde hace 30 millones de años y son las maestras del engaño, haciendo creer a los insectos que son especies parecidas y seduciéndoles para que caigan en sus trampas biológicas. Hoy existen más de 30.000 híbridos del género Phalaenopsis, todos creados por el hombre, y se calcula que este número crece entre 500 y 1.000 nuevas «especies» cada año. Y también hay un hecho profundamente alucinante sobre las orquídeas: desde que la Humanidad aprendió a cultivarlas, allá por finales del siglo XIX, ¡también las polinizamos!

Las formas, colores, matices y tamaños extraños y todos los accesorios adicionales, pelos, verrugas, partes móviles y perfumes varios no son más que estrategias que estas astutas plantas han desarrollado a lo largo del tiempo para seducir a los polinizadores y atraerlos hacia sus flores. El resultado de la evolución de estas maravillosas plantas es una enorme y fantástica diversidad.

Tejiendo las más complejas estrategias de ilusión y haciendo gala de una inteligencia inusitada, el principal objetivo de las orquídeas a lo largo del tiempo está perfectamente claro: la supervivencia. Y no cabe duda de que se han convertido en maestras de esta exigente tarea.

Descubre tesoros ocultos en el Parque Natural de Serras de Aire e Candeeiros

La mayor riqueza del Parque Natural de las Sierras de Aire y Candeeiros está escondida en su interior. Este macizo calcáreo es un paraíso para los amantes de la espeleología que, en sus profundidades, podrán descubrir grutas y simas, con formaciones sorprendentes esculpidas por el agua y el tiempo.

El puzzle de muros de piedra gris sobre los verdes prados es la seña de identidad del Parque Natural de Serras de Aire e Candeeiros. Son los muros de piedra seca, los llamados «chousos» o «cerrados», pero también los «maroiços» (montones de piedra acumulada por el desmonte de la tierra) o las «casinas«, maravillosas casas de piedra construidas por los pastores y que ahora son tan valoradas y protegidas por la comunidad.

En la superficie, no existen ni ríos ni riberas y el paisaje es agreste, poblado por rocas, fallas y escarpas. A pesar de eso, la fauna es muy rica y variada, destacándose las 18 especies de murciélagos diferentes (símbolo del Parque) que encuentran el abrigo ideal en las diversas grutas.
Cerca de Rio Maior, se encuentran las salinas marinas de sal gema, donde podrá observar todos los métodos de extracción de la sal, según pautas de gestión y utilización con más de ocho siglos.

En el flanco oriental de la Sierra de Aire, a unos 10 km de Fátima, se encuentra el mayor y más importante hallazgo mundial de huellas de dinosaurios saurópodes del Jurásico medio (con 175 millones de años). Algunos de los aproximadamente 20 senderos, descubiertos por casualidad en una antigua cantera, la “Pedreira do Galinha”, tienen más de 100 metros de extensión. Se encuentran aquí las mayores y más nítidas huellas conocidas, llegando a alcanzar 95 cm. de longitud por 70 cm. de ancho, lo que da una idea de la dimensión de los mayores seres que alguna vez habitaron el planeta.

Para conocer esta área protegida, puedes elegir entre los 16 recorridos pedestres propuestos por el Parque pero, si prefieres hacerlo de un modo más original y más cómodo, opta por un paseo a caballo, organizado por empresas de animación de la zona.

Percurso pedestre da Fórnea

La formación del macizo calcáreo comenzó hace 200 millones de años, formado por rocas carbonatadas originadas en el mar. Una estructura geológica única en Portugal y una de las mejor conservadas de Europa: el anfiteatro de Fórnea tiene 250 m de altura y 500 m de diámetro. Se trata de la cabecera del río Fórnea excavada en piedra caliza que data del Jurásico Inferior.

A lo largo del recorrido, se pueden observar diferentes tipos de vegetación, básicamente relacionados con los cambios microclimáticos y la naturaleza del suelo, como grandes higueras (Ficus carica), así como espinos, laureles (Laurus nobilis) y arbustos de hoja perenne (Arbutus unedo).

Aquí también se encuentran dos preciosos ejemplares de un árbol poco común en Portugal: el arce de Montpellier (Acer monspessulanus), con amplias hojas verdes y amarillas, características de la vegetación mediterránea, recoge VisitCenterOfPortugal.

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