
Desde los Picos de Europa y la cuna de Santo Domingo de Guzmán hasta el Canal de Castilla y el pueblo donde se inspiró Goya…
Llevamos pocos días de otoño, pero quién lo diría con un veranillo de San Miguel que, climatológicamente, nos recuerda más a un mes de agosto que a finales de septiembre. Por ello, y antes de que las noches sean ya más largas que los días, te proponemos una escapada a 9 lugares de Castilla y León, la Comunidad más grande de España y que lidera el turismo de interior. Son 9 propuestas singulares que, seguro, no van a defraudarte, ni a ti ni a tu familia o amigos. ¿Te animas? Comenzamos.

Museos entre los Picos de Europa y el embalse de Riaño
Aunque León es naturaleza en estado puro –no en vano es la provincia española con mayor número de Reservas de la Biosfera, siete– también atesora un gran patrimonio cultural que se une en perfecta simbiosis en cada uno de sus territorios. Es el caso de la Montaña Oriental Leonesa, marcada por el pastoreo y la trashumancia.
Allí, sus dos grandes referentes turísticos –el Parque Nacional de Picos de Europa y el embalse de Riaño– (en la imagen principal) tienen el perfecto complemento de cuatro museos que ponen en valor la fauna salvaje, la minería, el ferrocarril y la etnografía. Sumergirse en el interior de cada uno de ellos es también inhalar la esencia histórico-cultural de una provincia que atrapa y seduce a todo aquel que se deja tentar por ella.
Es el que mejor refleja la importancia de estas dos grandes industrias en el desarrollo histórico de la Comunidad. Está ubicado en la antigua Ferrería de San Blas (siglo XIX) que ocupa la principal de sus 4 áreas. Una impresionante nave neogótica que acoge la primera ferrería de España en emplear altos hornos alimentados por carbón mineral (cok) y que albergó las primeras máquinas de vapor de la provincia. Las otras áreas son ‘Valle de Sabero en el pasado’, ‘Altos Hornos’ y ‘La cuenca minera de Sabero’. También tiene un taller de ajuste, una farmacia y espacio dedicado a iluminación minera. https://www.museosiderurgiamineriacyl.es/
Esta experiencia museística en Sabero puede complementarse también con la visita a los pozos mineros La Herrera I y II, y con un paseo por la ‘Ruta de las minas’. Un panel informativo en la plaza de San Blas, a las puertas del museo, indica este paseo que permite admirar lugares como la ermita de San Blas, la Fuente de la Muela, el Roblón de la Plata (gigante de 17 m y 8 de perímetro), la cueva del Trigal, la mina de La Plata y un mirador de estructura metálica, para continuar de regreso por la mina Mariate, la mina Imponderable y, como guinda, un puente colgante sobre el río Esla.
- Consta de 9 km y puede realizarse en unas 3 horas

- No te pierdas:
- Columpio gigante en el paraje de Las Hazas. Para llegar hasta allí, puedes dirigirte hasta el camping de Riaño desde la N-621. Dede ahí, hay que subir a pie hasta el columpio. Con más de ocho metros de altura y ubicado a más de 1.200 metros de altitud, las vistas son impresionantes.

Wamba (Valladolid), el tetris óseo que asombra al mundo
Es el único pueblo de España que comienza con doble v, pero sobre todo es conocido por el monumental tetris óseo que acoge la capilla de las Ánimas de la iglesia de Santa María. Allí te sorprenderá el revestimiento de una parte de la capilla por 2.000 cadáveres y restos óseos de religiosos, niños y mujeres que fueron depositados allí entre los siglos XIII y XVII.
Situada tan sólo a 19 kilómetros de la capital pucelana, la pequeña localidad mesetaria se llamaba Gérticos, un nombre que pasó a la historia en el año 672, merced a una curiosidad histórica que bien pudo pasar en Peñaflor de Hornija o Villanubla, otras dos poblaciones cercanas pertenecientes a la comarca vallisoletana de los Montes Torozos. Pero no fue así. La casualidad hizo que el rey visigodo Wamba estuviera en el momento preciso de su alta distinción en una localidad que tiene, quizá, la iglesia más curiosa (y tétrica) de toda Castilla y León.

La iglesia fue víctima también del expolio histórico a lo largo de los tiempos. El más reciente lo cometió el insigne médico Gregorio Marañon, quien, a mediados del siglo pasado, ni corto ni perezoso, cargó dos camiones repletos de huesos para su estudio en la Universidad Complutense de Madrid.
Pero no todo son calaveras y fémures en la decoración del conjunto, ya que sujetando el conjunto desde su construcción, una columna retorcida en forma de palmera y llamada ‘El árbol de la vida’ objeta a la muerte expuesta en el imponente osario ya mencionado. Esta columna se encuentra como testigo histórico en el emplazamiento final de otra monarca que sigue siendo muy conocida por la zona. La iglesia es un edificio de tres naves, con capillas rectangulares en la cabecera, una serie de dependencias en el lado del evangelio que dan paso a un patio, donde hubo un claustro.
- Para llegar a Wamba, la mejor opción es ir en coche por la carretera VA-514 desde Valladolid. Es la más cómoda y rápida y, además, no tendrás problemas para aparcar en la localidad. La distancia desde la capital pucelana es de 19 kilómetros. Salida hacia la A-60 (Valladolid-León). Coordenadas GPS: 41.676519, -4.917488.

- No te pierdas:
Desde Wamba, aprovecha y conoce los montes Torozos, una elevación de unos 200 metros sobre la gran meseta castellana, al noroeste de la provincia de Valladolid. Históricamente fue una zona de frontera entre el Reino de León y el Reino de Castilla, por los que está salpicado de castillos e iglesias fortalezas de frontera. Parte de estas construcciones forman parte la Ruta de los Castillos. Pero eso ya es otra cantar.

Caleruega (Burgos), cuna de Santo Domingo de Guzmán
Entre Aranda de Duero y Lerma, en plena Ribera del Duero, se encuentra Caleruega. La primera noticia que se tiene de esta villa es del año 1062, aunque cuando realmente entra en la historia es en 1170 cuando nace en ella Santo Domingo de Guzmán, el santo burgalés más universal y que este año celebra el VIII aniversario de su muerte.
Hoy Caleruega continúa siendo una referencia importante en los ámbitos teologales. Se conserva el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, en el que se halla el sepulcro de la Infanta Leonor de Castilla (hija de Alfonso el sabio); el pozo de Santo Domingo, el Torreón de los Guzmanes, la Bodega de Santa Juana y la Iglesia de San Sebastián.
Desde la capital de Burgos, accede por la A-1 en dirección a Aranda de Duero y desde ahí la desviación hacia Caleruega. Casi una hora y poco más de 98 km. de distancia.
No te pierdas:
A tan solo dos kilómetros de Caleruega se encuentra la bodega más antigua de la Ribera del Duero, concretamente en el despoblado de San Martín de Bañuelos. Hay documentación del año 1179 cuando pertenecía al rey Alfonso VIII. Se conservan tres paredes y una pila tallada en piedra.

Frías (Burgos), la ciudad más pequeña de España que cautiva por su patrimonio
Seguimos en la provincia de Burgos. Y sí, Frías es la ciudad más pequeña de España, pero su patrimonio es inolvidable y no deja ‘frío’ a ningún viajero. Tanto como lo es el perfil que dibuja sobre un peñasco. Encaramada en un cerro rocoso y aislado en el valle de la Tobalina, en la comarca de las Merindades, esta villa medieval burgalesa es uno de los grandes ejemplos de arquitectura militar medieval.
Su castillo, con la torre del homenaje separada de la plaza de armas, abriga las casas que se apelotonan sin orden por las laderas, rodeando el cerro, y que en ocasiones cuelgan al abismo del acantilado.
Es un pueblo de postal. Si eres capaz de apartar los ojos del castillo y de sus casas colgantes, aún te sorprenderá mucho más.
No te pierdas:
Atento. No pases por alto su puente medieval fortificado sobre el río Ebro y, mientras subes y bajas por sus empinadas calles, haz una parada en el palacio de los Salazar, en la iglesia de San Vicente Mártir o en el Rollo de Justicia.

Bonilla de la Sierra (Ávila), donde Goya encontró inspiración
Es un tesoro aún por descubrir para el turismo, pero no para el mismísimo Francisco de Goya, que encontró inspiración en los colores de esta villa abulense. Aunque se han descubiertos restos de altares rupestres de finales del Neolítico e incluso yacimientos arqueológicos que pudieron pertenecer al periodo romano, se dice que la historia de Bonilla, ubicado en el valle del Corneja, comienza en el siglo XIII, a la sombra del poder eclesiástico medieval. Los obispos de Ávila la llegaron a llamar la ‘bonna villa’ por ser un excelente lugar de descanso.
De esta villa medieval, que acogió al rey Juan II, no te puedes ir sin contemplar el castillo del siglo XIV y su Torre del Homenaje, las murallas, que llegaron a tener una extensión de casi 12 kilómetros; el Pozo de Santa Bárbara, que abastecía desde el siglo XII a sus habitantes, y su Plaza Porticada, el corazón del pueblo, con sus soportales con arcos de medio punto y vigas de madera.
No te pierdas:
La Iglesia de San Martín de Tour (siglo XV), de estilo gótico y que fue incluso colegiata. Cuentan que se construyó porque el rey Juan II no pudo celebrar allí la Semana Santa porque el pueblo carecía de una iglesia donde albergar a todo su séquito.

Miranda del Castañar (Salamanca), el pueblo de las tres murallas
En plena Sierra de Francia, Salamanca, emerge Miranda del Castañar, pueblo nacido en la reconquista y uno de los más bonitos de España. Esta plaza fortificada, con muralla bastante bien conservada y castillo que preside el municipio desde lo alto, está en un enclave insólito. Escala sobre un cerro granítico hasta ubicarse en posición dominante.
Se dice que para llegar a Miranda del Castañar hay que sortear tres murallas: la formada por las montañas de La Quilama, la Sierra de Béjar y la Sierra de Francia; la constituida por los tres ríos que la rodean: el Francia, el Alagón y el San Benito, y la tercera sería el recinto amurallado con sus cuatro puertas de entrada.
Salvados todos esos ‘obstáculos’, viajaras al medievo con solo pisar la localidad con casas de mampostería y madera, características de la sierra, junto a casas de granito con blasones en las fachadas.
No te pierdas:
Entre su legado arquitectónico que no puedes dejar de visitar el Castillo de los Zuñiga, la Cárcel Real, la Alhóndiga, la Ermita de la Virgen de la Cuesta, o las casas del Cura, del Escribano o el Pabellón de Caza.

Canal de Castilla, por la provincia de Palencia
Fuera de Castilla y León no es aún todo lo conocido que debiera ser. El Canal de Castilla, ejemplo simpar del proyecto Ilustrado, fue concebido y construido para transportar el trigo de Castilla hacia los puertos del norte peninsular. Con tres ramales (norte, sur y de Campos), el Canal parte de Alar del Rey (Palencia) y a lo largo de sus más de 200 kilómetros atraviesa 38 términos municipales como Frómista, Melgar de Fernamental, Paredes de Nava o Medina de Rioseco. Caminar a su lado o recorrerlo en bicicleta es una experiencia singular muy recomendable para quienes buscan disfrutar del descanso de un modo diferente.
No te pierdas:
Le esclusa en la localidad palentina de Frómista, donde el Canal de Castilla se cruza con el Camino de Santiago. Este pueblo, emblema del itinerario Jacobeo en Castilla y León, también merece una sosegada visita por sus atractivos arquitectónicos.

Yanguas (Soria), privilegio de la naturaleza y ojito de Cervantes
A los pies del Sistema Ibérico, Yanguas es un pueblo de montaña, abrazado por un entorno natural único y privilegiado y el más norteño de la provincia de Soria. Su relevancia histórica se remonta a la época de las guerras del Imperio Romano contra Numancia. En el siglo XII se le otorgó su fuero y ya hasta Miguel de Cervantes tenía referencias de esta villa medieval cuando la nombró en ‘El Quijote’. Y puestos a rebuscar en el pasado, Yanguas forma parte de la Ruta de las Icnitas, huellas de dinosaurios encontradas hace 130 millones de años de antigüedad.
Además de impregnarte de su historia y de su ambiente tranquilo, una visita a Yanguas te permite conocer su castillo, construido en tapial y con técnicas de tradición musulmana, y casonas, como la de los Rodrigo de Velasco.
No te pierdas:
No puedes dejar de visitar la iglesia de San Lorenzo, en medio de la naturaleza; la Iglesia de Santa María de traza gótica con tres impresionantes retablos; la Torre románica de San Miguel o la Casa Consistorial.

Alcañices (Zamora), donde surgió la frontera más antigua de Europa
El Tratado de Alcañices es el documento que ha dado lugar a la frontera más antigua de Europa, al que conforman España y Portugal. Firmado en 1297 en esta villa zamorana, fue suscrito entre los titulares de la corona de Castilla y el reino de Portugal, es decir, por el rey Fernando IV de Castilla, en cuyo nombre, por ser menor de edad, actuaba la reina María de Molina, y por el rey Dionisio I de Portugal.
Este tratado protagoniza segundo reportaje de una serie sobre la vida en la frontera entre Castilla y León y Portugal. Bajo el título «Paso de frontera», esta serie está conducida por Sonsoles Salazar, historiadora y gestora cultural mirobrigense. A través de piezas audiovisuales de corta duración, «Paso de frontera» nos presenta arte, patrimonio, cultura, historia y curiosidades de nuestra frontera, con el testimonio vivo de las gentes que la pueblan.
Un siglo y medio antes, la conferencia de paz celebrada el 5 de octubre de 1143 entre el rey Alfonso VII de León y Castilla y su primo Afonso Henriques, arrojó como resultado el reconocimiento de la independencia del reino de Portugal. Reflejada en el Tratado de Zamora (1143), marca de manera oficial el nacimiento de Portugal como estado independiente y el inicio de la dinastía alfonsina. Se estableció entonces la denominada raya de Portugal. Desde entonces, Raya o Raia es el nombre que recibe comúnmente la frontera entre Portugal y España.
Esta villa es la capital de la comarca de Aliste tiene un gran patrimonio en el que destaca su recinto murado de origen templario. En Alcañices también puedes disfrutar de un gran entorno natural cerca de la Raya, la frontera con Portugal. Precisamente en esta localidad fue donde se firmó el tratado que marca la separación entre territorio español y luso.
No te pierdas:
Degusta su excelente carne, procedente de las terneras alistanas.
Y, por supuesto, no dejes de visitar su muralla. Ahí verás dos puertas, de poniente y levante. Llaman también la atención las cuatro torres que ver en Alcañices. La llamada “del Reloj” es la más conocida y se ha erigido en un símbolo local. Además, sobreviven las de la Fuente, la Tíacañona, y el Trincherón.
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