Playa del Rincón, en la Península de Samaná, una de las mejores playas del mundo

La ‘joya de la República Dominicana’ se sitúa al norte del país caribeño y es quizá la mejor zona del mundo en riqueza ecológica, playas de ensueño y flora tropical

Por RAFA MONJE

Ahora que el frío aprieta, seguro que nos acordamos de esas semanas de sol y playa que no volverán hasta dentro de unos meses. Pero no es del todo cierto. Porque desde España hay múltiples opciones y muy asequibles para sentir los rayos del sol en nuestra piel, pisar arena blanca y bañarnos en aguas transparentes y cálidas. Y esa experiencia en pleno invierno europeo te la ofrece la República Dominicana, el país caribeño que crece en turismo internacional y que, tras el fin de las fiestas navideñas, es un destino ideal si te has guardado al menos una semana aún de vacaciones.

Mapa de la República Dominicana, con el Cabo Samaná y Santa Bárbara al noroeste del país.

Para nosotros, el mejor lugar para vivir esas agradables experiencias es la Península de Samaná, un espacio menos conocido que Punta Cana pero que es ya la joya de la corona en el paraíso del Caribe. Buenas comunicaciones terrestres desde la capital, Santo Domingo, la existencia de un aeropuerto internacional en la zona y la riqueza paisajística inigualable hacen de esta Península el sitio ideal para disfrutar a pierna suelta sin tener que pensar ni por asomo qué abrigo y bufanda debo ponerme para salir a la calle.

Los pelícanos es una de las aves habituales de la zona.

Esta zona ubicada al norte del país es un referente mundial de la naturaleza, con una riqueza ecológica excepcional y unas playas de película, que se distribuyen por la bahía y algunas pequeñas islas aledañas, conocidas como cayos. Tal es la oferta turística y las óptimas condiciones que exhibe esta zona que ya se le denomina la ‘joya de la República Dominicana’.

Y, como no podía ser de otra manera, es nuestro séptimo destino internacional para este 2024 del listado de 15 lugares del mundo que te ofrecemos para planificar este año y que recoge una selección de los mejores lugares que han recorrido ya nuestros colaboradores.

Avistar ballenas jorobadas

Por si eran pocos los enormes atractivos turísticos de Samaná, te contamos que, además, desde mediados de enero y hasta finales de marzo esta región es ideal para avistar la migración de las ballenas jorobadas, y que durante esa época cambia las frías aguas del norte por las cálidas aguas del Caribe para aparearse y tener sus crías. Y, por supuesto, hablando de especies de animales, también tendrás la oportunidad de ver tortugas, iguanas, pelícanos y garzas, entre otras.

Salto del Limón, en la Península de Samaná.

Si te gusta la naturaleza, debes saber que estarás en el lugar adecuado, porque no sólo es Costa Rica. En Samaná tienes el Parque Nacional de los Haitises, una maravilla que sorprende a todo viajero; el Salto del Limón, una cascada de 50 metros de altura que acaba en una piscina natural y a la que se accede andando o a de caballos o mulas; una de las 10 playas más bellas del mundo, la Playa del Limón; y exclusivos islotes con hoteles de lujo, como el que tiene la cadena de resorts Bahía Príncipe, del grupo español Piñero, en Cayo Levantado. Sin olvidar Santa Bárbara de Samaná y sus casitas de colores, además del impresionante Museo de las Ballenas y del paseo marítimo que hay en el propio municipio, capital de la Península.

Te lo contamos con más detalle a continuación en estas otras 7 experiencias que no debes perderte:

Playa en Cayo Levantado

La Península de Samaná ofrece al visitante la experiencia de un viaje del que no regresarás indiferente. Ni lo dudes. Sus playas se encuentran entre las mejores clasificadas del mundo y, a diferencia, de Punta Cana, el turismo internacional no ha convertido aún la península en otro parque temático. Más bien al contrario, el idílico entorno de vegetación y montañas, bordeadas por un mar de colores azul y turquesa, es un lugar de cuento para sorprenderse con parajes de ensueño, donde sus habitantes siguen fieles a una forma de vida tremendamente humilde, sencilla y sin estrés.

Este paraíso natural es una zona ideal para los turistas que huyen del ‘todo incluido’ y optan por perderse en un entorno natural auténtico, lejos de la masificación de otras partes del país caribeño. Es un destino que no deja indiferente a nadie por la fuerza de su naturaleza. Incluso el desarrollo hotelero en la península ha sido respetuoso con el entorno natural, lo que facilita una integración correcta de los hoteles en la zona.

Ejemplo de esto último es Cayo Levantado, una isla de reducido tamaño frente a la bahía, en la que se levanta uno de los complejos hoteleros más impresionantes del país y cuya sola contemplación te traslada a un verdadero sueño sin necesidad de cerrar los ojos. Salvo una playa de uso público, con horario restringido, el resto de la isla es para el único disfrute de sus huéspedes. Para llegar hasta allí, una barca del propio hotel hace las veces de transporte público. Es, sin duda, un lugar terapéutico contra el estrés urbano y un lugar cargado de romanticismo. Y acaba de ser remodelado.

Islotes en el Parque Natural de los Haitises

Pero la Península de Samaná es muchísimo más que eso. Una visita obligada es el Parque Nacional de los Haitises que, con una superficie de unos 600 kilómetros cuadrados, representa un ejemplo de biodiversidad único en el que cientos de colonias de aves surcan sus cielos.

Manglar en la Península de Samaná

Los bosques de manglares y las cuevas habitadas por miles de murciélagos son otro atractivo para los amantes de las experiencias y la aventura en un parque natural caracterizado por sus islotes kársticos recubiertos por una densa vegetación.

Vista desde el interior de una cueva

Seguro que los concursantes del reality show de Mediaset España, ‘La isla de las tentaciones’, cuyo idílicos escenarios han sido Samaná, no hayan visto la famosa cascada del Salto del Limón, en el que el agua se precipita desde unos 50 metros de altura, formando en su caída una piscina ideal para el baño refrescante. Una recomendable excursión que parte del municipio de Limón y que puede realizarse a pie o a lomos de una mula o un caballo.

Ambiente local junto a la playa del Rincón

Si hablamos de arenas blancas y aguas de película, la playa del Rincón es otra visita obligada. Prepárate, en este caso, para atravesar una orografía excepcional que presenta la sierra que separa la localidad de Santa Bárbara, la capital de la provincia, de ese extremo de la isla para descubrir una playa calificada por expertos internacionales como una de las 10 playas mejores de todo el mundo.

La arena blanca separa a lo largo de varios kilómetros las cristalinas aguas del mar del incesante desfile de cocoteros y palmeras. Toda la zona, a media hora de Santa Bárbara en un vehículo todoterreno, es un lugar idílico para los aficionados a la naturaleza, el snorkel o la gastronomía local que se ofrece en sus chiringuitos.

Acceso al pueblo de Las Terrenas

Y, por supuesto, si quieres pasear por las calles de un antiguo pueblo de pescadores, degustar una cerveza bien fría en una terraza y saborear pescado con salsa de coco, no dejes de perderte por el municipio de Las Terrenas. El lugar llama la atención por su mezcla constante de bullicio y de tranquilidad, en función de la calle por la que transites. Las Terrenas es como volver a la España de los años 60, con sus barberías y comercios tradicionales. También es el pueblo propicio para comprar recuerdos en forma de artesanía o para adquirir unos buenos puros dominicanos mientras tienes la oportunidad de ver cómo los fabrican.

Si tu agenda lo permite, hay muchos otros rincones de la península de Samaná que visitar, compartir una charla con sus humildes habitantes e incluso aprender a bailar bachata, cuya música suena por cualquier sitio.

Puentes de Santa Bárbara, capital de la provincia

Sin embargo, conviene reservar una parte del viaje para recorrer las calles de la capital, Santa Bárbara, con sus puentes característicos que unen los cayos de Vigía y Linares. Pasear por sus calles, algunas excepcionalmente pintorescas, entrar en la original iglesia de la Churcha, un verdadero símbolo de la ciudad construida en el siglo XVIII, o conocer el Museo de las Ballenas.

La península de Samaná es todo eso y mucho más, una auténtica isla de las tentaciones para los cinco sentidos y la experiencia viajera.

Así que si el frío no es lo tuyo, mira hacia Samaná y disfrutarás de una experiencia inolvidable.

viajarymuchomas.com