
Escapada a Peñafiel, Castronuño y Tiedra, tres localidades a las que les une un recorrido: la Gran Ruta de Ciudades Mágicas de España
Además del sol y playa hay otros destinos que atesoran historias, monumentos y paisajes de ensueño. Las provincias de interior son una alternativa vacacional fascinante, un viaje a las raíces de nuestra propia historia para ser testigos de la riqueza cultural y arquitectónica de pueblos medievales y que dejan en el visitante una memorable experiencia. Y Castilla y León, la comunidad que lidera el turismo de interior, es la referencia histórica de España y cuna de nuevos mundos y civilizaciones. Por ello, te proponemos un recorrido por los pueblos de este espléndido territorio que, además, forman parte de la Gran Ruta de Ciudades Mágicas y Villas de los Antiguos Reinos. Esta Gran Ruta incluye 15 localidades de la Comunidad y, en esta ocasión, nos vamos a ir a las tres que pertenecen a la provincia de Valladolid. Pero prometemos, contaros qué ver y hacer también en las otras 12 más adelante.
En España hay muchos pueblos pintorescos y con encanto, pero no todos tienen la suerte de pertenecer a la Red de Pueblos Mágicos de España. Se trata de una iniciativa que tiene como propósito buscar pueblos que irradian una magia especial, pueblos con características que los hacen únicos.
La Red está formada por más de 110 pueblos. Son municipios con tradiciones milenarias, con productos locales de calidad o con fiestas populares que cada año invitan a participar a todos sus visitantes. Son pueblos mágicos a los que se busca potenciar para mejorar su desarrollo turístico.
Antes de nada, y gracias también a la información que ofrece la Gran Ruta de Ciudades Mágicas, os detallamos algunas curiosidades de este periplo cultural y turístico.

¿Qué es la Gran Ruta de Ciudades Mágicas?
La ruta se inicia en antiguas villas que aún conservan el encanto medieval, con calles únicas y plazas históricas que cuentan historias de nobles y mercaderes. La arquitectura gótica y renacentista se presenta en imponentes edificaciones que testimonian el esplendor de épocas pasadas. El viaje continúa por caminos que serpentean a través de paisajes que han sido testigos de batallas y alianzas. Castillos y fortalezas emergen en las colinas, recordando la estrategia militar y la importancia de estas tierras en la historia.
La ruta desvela la magia de antiguas iglesias y monasterios, donde la espiritualidad se fusiona con la arquitectura monumental. Frescos y esculturas que han resistido el paso de los siglos decoran estos lugares sagrados, transportando a los viajeros a épocas de fervor religioso y devoción. La gastronomía, influenciada por siglos de intercambio cultural, es un deleite que refleja la diversidad de cada territorio. La ruta invita a degustar sabores auténticos y tradicionales que han perdurado a lo largo del tiempo.
La Gran Ruta de Ciudades Mágicas y Villas de los Antiguos Reinos es un periplo que conecta con el legado histórico y cultural de la región, ofreciendo una experiencia en la que cada rincón cuenta una parte de la historia.
La Gran Ruta agrupa a más de 40 villas y ciudades históricas, suma más de 500 Bienes de Interés Cultural, más de una treintena de monumentos nacionales, más de 100 castillos, medio millar de rutas y senderos homologados y más de 50 Denominaciones de Origen. Las comunidades autónomas que tienen localidades en este mágico recorrido son Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña, País Vasco, Asturias, Galicia, Castilla y León, Islas Canarias, La Rioja y Navarra,
En cada uno de los pueblos encontrarás monumentos, iglesias, castillos y otros lugares históricos que te ayudarán a comprender la rica historia de cada región por la que atraviesa este magnífico recorrido. Además, podrás disfrutar de la belleza natural de sierras, valles y montañas que hacen de la experiencia turística una conexión plena con la naturaleza.
Dentro de la provincia de Valladolid tiene tres lugares que son tres joyas para hacer una escapada en familia, con amigos, en pareja o, incluso, uno solo si eres un apasionado de la historia y la cultura y prefieres experimentar un recorrido quizá más íntimo.

Peñafiel, capital de la ribera del Duero
La localidad vallisoletana, sinónimo de buen vino y buen comer, hipnotiza con su emblemático castillo y viñedos que abrazan colinas. Cuna de la Ribera del Duero, Peñafiel es una villa histórica conocida por su castillo del siglo X que preside el núcleo urbano y por su antigua tradición vitivinícola. Situada a 56 kilómetros de la capital, el municipio se levanta junto al río Duero, entre viñedos y surcada en su núcleo urbano por el río Duratón.
El Castillo de Peñafiel comenzó a levantarse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Esta fortaleza medieval fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en todo un emblema para el enoturismo de la Ribera del Duero, al encontrarse ubicado en su patio sur el Museo Provincial del Vino.

El Museo Provincial del Vino se instaló en el Castillo de Peñafiel en el año 1999 y desde ese momento se ha convertido en ‘lugar de peregrinación’ para los amantes del turismo cultural y del enoturismo. Una visita al Museo Provincial del Vino es un recorrido por la historia y la cultura del vino que acerca al turista las técnicas de producción y elaboración de alguno de los caldos más afamados del mundo. En la sala de catas es posible realizar una degustación guiada de diversos vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, así como asistir a cursos y catas profesionales.
La Plaza del Coso de Peñafiel, declarada Bien de Interés Cultural en 1999, es un espacio público creado en la Edad Media para albergar festejos taurinos y continúa teniendo esa función en la actualidad. El recinto está formado por 48 edificios de dos y tres plantas construidos en adobe, piedra y madera, unos materiales que componen un espacio rectangular con dos accesos, uno en el norte y otro en el oeste. Dichos balcones se convierten durante la celebración de las Fiestas de Nuestra Señora y San Roque en palcos desde los que los propietarios del derecho de vistas pueden ver los festejos taurinos. Creada para la celebración de espectáculos taurinos, es utilizada para otros motivos a lo largo del año, como el acto de la Bajada del Ángel el Domingo de Resurrección, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.

Peñafiel ofrece al visitante varios lugares mágicos. Entre ellos, destacamos la Iglesia y Convento de San Pablo. En el antiguo alcázar de Alfonso X El Sabio, el Infante Don Juan Manuel levanta en 1324 el actual convento gótico-mudéjar donde se hizo enterrar. Este emblemático monumento peñafielense fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. El exterior de este Bien de Interés Cultural destaca por la exuberancia de los arcos realizados en ladrillo, en estilo gótico mudéjar, que contrastan radicalmente con la rica decoración de la capilla funeraria de los Manuel, construida dos siglos más tarde en estilo plateresco.
Otro espacio mágico es el Museo Comarcal de Arte Sacro, ubicado en el interior de la Iglesia de Santa María (Plaza de España), donde este espacio museístico muestra a sus visitantes gran parte del patrimonio artístico de temática religiosa tanto de Peñafiel como de la comarca.
No te pierdas tampoco la Capilla Funeraria de los Manuel, de estilo plateresco con reminiscencias góticas. Se trata de una pieza sobresaliente del Renacimiento español. Construida en piedra caliza muy blanca, labrada minuciosamente y conservada en muy buen estado, es uno de los atractivos de Peñafiel para los amantes del turismo cultural.

También te animamos a visitar el Aula Arqueológica y Ciudad de Pintia. La ciudad de Pintia, se localiza en el extremo oriental de la Provincia de Valladolid, entre los términos de Padilla de Duero (Peñafiel) y Pesquera de Duero, a ambos lados del río Duero. Esta zona arqueológica, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1993 y está constituida por el poblado de las Quintanas, la necrópolis de Las Ruedas, el Ustrinum o crematorio de los Cenizales entre otros lugares de interés.
No puedes despedirte de Peñafiel sin visitar el Museo Casa de la Ribera, que permite al visitante adentrarse en la vida y costumbres de las gentes de principios del siglo XX. Un grupo de actores encarna a los habitantes de la casa en el pasado, en una representación cargada de interacciones que hacen que el turista viva situaciones inverosímiles en nuestros días, pero cotidianas en el Peñafiel de hace un siglo.
Si tu visita a la localidad coincidiera con los meses de septiembre y octubre, no olvides que podrás vivir una experiencia vitivinícola inolvidable. La Fiesta de la Vendimia y ‘Riberjoven‘, un encuentro enoturístico por excelencia que te ofrece acercarte de forma diferente a los vinos de la Ribera del Duero, en unión con la gastronomía de la zona.
‘Riberjoven’ se celebra cada año en Peñafiel entre los meses de septiembre y octubre coincidiendo con la celebración de la tradicional “Fiesta de la Vendimia”.
Y, sin lugar a dudas, el producto estrella de los fogones peñafielenses es el cordero lechal, asado en horno de leña. El “lechazo”, como se le denomina en tierras de la cuenca del río Duero, es de raza churra y está certificado con la marca de calidad I.G.P. “indicación geográfica protegida”.

Castronuño, reserva natural
El municipio de Castronuño, se encuentra situado al suroeste de la provincia de Valladolid, en la margen izquierda del río Duero. Su origen fue el de núcleo militar para la defensa del Duero, aprovechando el meandro que el río hace en este lugar. Su nombre proviene del impulsor de la población, llamado Núño Pérez.
Es uno de los principales destinos turísticos de Castilla y León. Se encuentra enclavado en el corazón de la Reserva Natural Riberas de Castronuño–Vega del Duero, única reserva natural de la provincia de Valladolid. El meandro que forma el río Duero a su paso por Castronuño, define la espectacular silueta de una villa volcada con la naturaleza. Desde los diferentes miradores situados en las sendas, se avista el núcleo de la reserva.

Asomarse al mirador del Parque de la Muela permite descubrir las vistas más verdes y húmedas de la zona, en contraste con los tonos amarillentos de secano que suele dibujar el paisaje castellano. Por esto y mucho más, ¡tendrás que venir!
Si hay un lugar mágico en esta localidad, ese es sin duda la reserva natural Riberas de Castronuño. Con más de 8.400 hectá-reas, las Riberas de Castronuño – Vega del Duero, se convierten por derecho propio en el único espacio de la provincia incluido dentro de la Red de Espacios Naturales. Tiene diversas especies faunísticas, tanto acuáticas como aves y una variedad cromática que le dotan sus distintas especies vegetales, como los chopos, el carrizal o la encina.
Otro lugar mágico es la Iglesia de Sta. María del Castillo. Se trata de un edificio construido en la primera mitad siglo XIII, con características de un románico avanzado, bajo influjos góticos, de mayores dimensiones que una ermita convencional. Sta. Mª del Castillo fue declarada monumento BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 1962. En su interior, en el altar mayor, alberga un importante Cristo patético de origen renano del siglo XIV. Una talla de cuya fábrica sólo hay otras dos en España.
Como te decíamos, el Parque de La Muela es un espectacular mirador hacia el Duero, pero también es una área recreativa, una zona de esparcimiento con columpios, bancos, mesas, papeleras y una fuente de agua potable. En el centro del parque encontramos el anfiteatro de La Muela, lugar en el que se llevan a cabo actuaciones musicales con la reserva natural como telón de fondo.

Recorre también la Plaza de la Constitución, testigo de innumerables actividades como lo son los tradicionales mercados, el corral de comedias o su transformación en escenario de verbenas y actuaciones musicales. Además, en el año 2019, se realizó una remodelación de la plaza, instalando nuevo mobiliario urbano y una fuente moderna, pero conservando la antigua farola. Tras esta intervención, una parte de la plaza se convierte en peatonal, sirviendo de espacio de encuentro y convivencia vecinal.
Date una vuelta también por la playa fluvial, donde será fácil que veas pescadores, fotógrafos y paseantes en general. Es uno de los lugares en los que podemos apreciar la fauna de la Reserva Natural de manera más cercana.
Y de paso acércate hasta la Fuente del Caño, el manantial que surtió a la mayor parte del pueblo en los tiempos que no había agua corriente en las viviendas. Aún podrás observar en la pared una inscripción del año 1909, que dice: “Se prohíbe lavar en esta fuente bajo multa de 5 pesetas”.
En el subsuelo de Castronuño está horadado por numerosas bodegas y excavaciones subterráneas. El origen data entre los siglos XV y XVII y tradicionalmente han servido para la elaboración del vino. En la actualidad, hay dos barrios de bodegas, el Parque de la Muela y la calle Miralrio.
Importante es, del mismo modo, la rica gastronomía popular de la zona. Si hay un producto típico por antonomasia, sin duda, ese es el mollete. Dulce bollo anisado ligado a la Semana Santa, pero que se consume durante todo el año. Las familias los siguen elaborando de forma casera y es el producto de repostería estrella de los obradores del municipio. Se consume solo, con leche, untado de crema de cacao o con chorizo, resultando una sorprendente y agradable mezcla de dulce y salado.
Los productos de la matanza, son también representativos, en especial los embutidos caseros. En las carnicerías locales se elaboran estos productos hechos con métodos tradicionales. Otro referente culinario es el queso artesanal de la Quesería de Julio Hernández. Así mismo, el municipio posee numerosos huertos de particulares en los que se cultivan una amplia variedad de hortalizas y verduras.
La miel de Castronuño, del tipo mil flores, es otro producto de calidad del municipio. Durante la fiesta de los Quintos, en los días del carnaval, el plato típico es el gallo de corral guisado. El día anterior al Domingo Gordo, los establecimientos hosteleros organizan una jornada de degustación de este producto gastronómico.
En Castronuño también se pueden deleitar con vinos de calidad que se producen en el municipio, que está dentro de la D.O. Rueda y de su Ruta del Vino. Se elaboran reconocidos vinos tintos, blancos y rosados. Contamos también con caldos de la variedad autóctona “Albillo Real”, producida por viticultores de la zona.
En repostería, además del mollete, son típicas las pastas de almendra y los bollos de aceite, así como el de chicharrón.

Tiedra, la villa de lavanda anterior a los romanos y que luce de día y noche
Imagina una inmensa ciudad anterior a los romanos que da origen a una próspera villa medieval. Imagina un recio castillo excelentemente conservado. Imagina un pueblo castellano en el que las tradiciones siguen vivas. Imagina un Patrimonio Cultural sorprendente y unos servicios al visitante sobresalientes. Imagina un centro astronómico, vistas infinitas, campos de lavanda en flor, atardeceres sobrecogedores… No te lo imagines, es Tiedra. La villa de Tiedra tiene sus remotos orígenes unos 2600 años atrás, en una ciudad perteneciente al pueblo prerromano de los vacceos, que posteriormente fue romanizada y recibiría el nombre de Amallóbriga. Ya en la Edad Media, Tiedra se convirtió en villa real en la inestable frontera entre los reinos de León y Castilla, y a partir del siglo XIII, gracias a los privilegios que le otorgó el rey, la villa no dejó de crecer y prosperar.
La cultura popular se mantiene intacta en Tiedra en muchos aspectos, desde dulces tradicionales, como las mantecadas y los hojaldres, su miel de producción local, la alfarería y sus famosos cántaros de novia, pasando por sus tres fiestas populares: las Águedas, el Corpus y el Ofrecimiento.

Como lugar mágico te aconsejamos visitar la Ermita de Tiedra Vieja. Situada sobre el yacimiento arqueológico de lo que fue la ciudad vacceo-romana de Amallóbriga, custodia la imagen de Nuestra Señora de Tiedra Vieja, de gran devoción no sólo en Tiedra, sino en toda la comarca. El conjunto, al que se accede a través de un patio porticado, está conformado por la ermita y la antigua hospedería.
En Tiedra hubo un primer castillo en Tiedra desde el siglo X que aparece citado en el Romancero de Zamora, pero la fortaleza que podemos ver es un poco posterior, del siglo XII. Levantado al borde del páramo, el castillo está dominado por una airosa torre del homenaje de 33 metros rodeada completamente por un patio de armas en el que se localizaban dependencias como cuadras, cocinas, dormitorios… Cuenta con sótano-calabozo, tres plantas y el impresionante mirador de la azotea.
Visita el Ayuntamiento y la recoleta Plaza Mayor, rodeada por los tradicionales soportales, tiene sus orígenes en el siglo XVI y, desde entonces, ha sido solar de mercado y centro de la vida urbana. En la planta baja se sitúa la oficina de turismo, junto a un impresionante carro de bomberos.
Acude al Centro de Interpretación Tiedra de Lavanda, el primer centro de interpretación dedicado al mundo de las lavandas: Un recorrido por sus variedades, lugares y modos de cultivo, cómo se extraen los aromas o la presencia en nuestra cultura y costumbres a lo largo de la historia. Se encuentra en las inmediaciones de extensas plantaciones de lavandas, contando además en su instalación con un campo de ensayo de variedades. Visita su tienda dedicada a la venta de flores secas, jabones, saquitos, bouquets, aceites esenciales y artesanía.
Conoce la Iglesia de El Salvador, cuya construcción se inició en el siglo XVI en estilo gótico, cuenta con un buen catálogo de bienes mueble, entre los que destaca el retablo mayor. Actualmente, es la única parroquia de Tiedra. Visita igualmente el Aula Arqueológica, que exhibe una interesante colección de piezas procedentes del yacimiento arqueológico de Amallóbriga. Hay dos modos de visitarla: agenda una visita con la Oficina de Turismo o bien realiza en grupo la visita guiada por el núcleo urbano.
Por supuesto, no nos olvidamos del Centro astronómico de Tiedra. Tanto de día como de noche y para todos los públicos, el Centro Astronómico de Tiedra te propone disfrutar de sesiones de observación astronómica a través de dos telescopios. Uno permite observar el sol y otros planetas y el otro, acerca objetos más lejanos y menos brillantes como nebulosas y galaxias.
Ya sabes que la magia envuelve a estos pueblos históricos y con grandes recursos turísticos. Por ello, te iremos descubriendo otros lugares mágicos que hay en la Comunidad de Castilla y León. No te los querrás perder.
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