La ciudad francesa de Orleans acoge una exposición de pintura del sevillano Diego Velázquez

La ciudad francesa ofrece hasta el 14 de noviembre un paseo por la pintura de los primeros años del maestro sevillano

Acercarse estos días a Orleans tiene un doble premio para los visitantes españoles. Al atractivo de la imponente catedral gótica se une una exposición sobre el pintor Diego Velázquez (1599-1660) en el Museo de Bellas Artes de la ciudad, situado justo enfrente del imponente edificio religioso.

La exposición sobre el artista español, titulada “En el polvo de Sevilla, tras los pasos del Santo Tomás de Velázquez”, que estará abierta al público hasta el 14 d noviembre de 2021, se centra en los primeros trabajos del pintor en su ciudad natal.

Una visitante fotografía el cuadro Santo Tomás, propiedad del museo de Orleans. Fotografía: Pablo San Román.

La exposición toma como referencia el cuadro Santo Tomás, propiedad del museo de Orleans, uno de las dos pinturas atribuidas a Velázquez existentes en Francia y a partir de ahí introduce al público en las características del artista en su juventud, en sus años de formación al lado de su maestro, Francisco Pacheco (1564-1644), antes de trasladarse a Madrid a trabajar en la corte del rey Felipe IV.

Interior de la sala del Museo de Bellas Artes de Orleans. Fotografía: P. San Román.

Durante mucho tiempo se pensó que el cuadro pertenecía a Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), el pintor más coleccionado y alabado en Francia en los siglos XVIII y XIX, hasta su atribución a Velázquez.

“Santo Tomas es un cuadro que llega a Orleans en los años 1820. En un principio se pensaba que era de Murillo porque se conocía mal en Francia a principios del siglo XIX a los pintores españoles. Con el tiempo se descubre quién es su verdadero autor. Es un cuadro que es redescubierto en 1920 cuando el italiano Roberto Longhi, gran experto en la época de la pintura internacional del siglo XVII, viene a Orleans. Rápidamente se da cuenta de que es una obra maestra. Es él quien descubre que es una obra de Velázquez y a partir de ahí todo el mundo coincide que se trata de una obra maestra del pintor sevillano, cuando era joven, cuando tiene más o menos veinte años”, explica Corentin Dury, comisario de la exposición.

Corentin Dury, comisario de la exposición, delante del cuadro Santo Tomás, en el centro. Fotografía: P. San Román.

“Lo que destaca del cuadro es justamente que sus características coinciden con los años sevillanos de Velázquez. Con pigmentos muy simples, no tan refinados como cuando estaba en Madrid, cuando trabajaba para el rey, donde se ve una gran maestría”, añade Dury.

Cuando el cuadro llega a Orleans en el siglo XIX, la pintura española es poco conocida en Francia, donde se impone la escuela italiana como punto de referencia.

La invasión napoleónica en España hace que las obras españolas empiecen a conocerse en Francia y se descubre a pintores como Murillo, José de Ribera (1591-1652) y Velázquez, por lo que muchas obras de pintores españoles comienzan a aparecer en colecciones públicas y privadas en el país vecino.

Después que se descubre la existencia de un Velázquez en el Museo de Orleans, el prestigioso museo del Louvre intenta llevar el Santo Tomás a sus salas en 1970, pero el alcalde de la ciudad defiende y consigue que el prestigioso cuadro permanezca a orillas del Loira.

De este modo, el Santo Tomás es el único cuadro en Francia de los años sevillanos de Velázquez, cuando solo existe otra obra del artista andaluz en el país vecino, titulada Demócrito, propiedad del Museo de Bellas Artes de Rouen, perteneciente al período madrileño del pintor.

La catedral de Orleans, algo más española hasta el 14 de noviembre. Fotografía: P. San Román.

La exposición comienza explicando la importancia de Sevilla en el siglo XVII, como puerta hacia América, e incluye junto al Santo Tomás de Velázquez, otras dos obras de su etapa andaluza, San Pablo, que pertenece al Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, y Cabeza de Apóstol, propiedad del Museo del Prado, que se encuentra expuesto de forma permanente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Abajo y arriba, imágenes del interior de la imponente catedral de Orleans, de estilo gótico. Fotografías: P. San Román.

Esas obras de Velázquez se enmarcan en un período, sobre todo entre los siglos XV y XVII, en que se multiplican los cuadros sobre los doce apóstoles. A partir de esta tradición, El Greco (1541-1614) inventa un nuevo género pictórico, El Apostolado.

Los tres cuadros reunidos estos días en Orleans y pertenecientes al Apostolado de Velázquez, son la parte principal de una exposición que cuenta también con obras, entre otros, de Francisco Pacheco, el maestro del artista, Luis Tristán (1586-1624) y José de Ribera, con  la misma temática. 

Interior de la sala de la exposición dedicada a Velázquez. Fotografía: P. San Román.

“Hemos construido esta exposición alrededor del cuadro de Santo Tomas para descubrir la historia del cuadro. Crear un diálogo, una aproximación y que el público pueda ver este trabajo de investigación de cómo este Velázquez veinteañero pinta el Santo Tomás. En la muestra se intenta ver cómo creó ese cuadro a través de diferentes elementos, cómo presentaba a esa edad unas características pictóricas extremadamente maduras”, resume el comisario de la exposición.

Orleans, 130 km al sur de París, a una hora en tren o en carretera, ofrece estos días un paseo por la pintura de los primeros años de Velázquez. Una exposición a menos de un minuto a pie de su imponente catedral, una de las más importantes del estilo gótico en Francia, que curiosamente comenzó a construirse en 1601, dos años después del nacimiento en Sevilla del pintor andaluz.

Pablo San Román

Por Pablo San Román

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