
Ubicado en el Geoparque de Arouca, a 60 kilómetros de Oporto, ofrece vistas a 175 metros de altura sobre el río Paiva y un valle escarpado espectacular
¿Quizá quieras emular a Indiana Jones al salir del Templo Maldito e incluso superar las hazañas del arqueólogo? Si es así, y además hacerlo sobre una plataforma de mayor longitud, lo tienes en el Geoparque de Aoruca, a unos 60 kilómetros de Oporto (Portugal). Eso sí, la ingeniería lusa te garantiza la seguridad que no mostraban las escenas dirigidas por Georges Lucas.
El 516 Arouca, como así se denomina la infraestructura que ha batido récords, es el puente colgante más largo del mundo y sólo es apto para peatones. Pensado para que se convierta en una de las atracciones turísticas más visitadas en todo el mundo, el puente cruza el valle de la garganta del río Paiva, a 175 metros de altura, en un entorno de impresionante naturaleza y recomendable para quienes pretendan soltar adrenalina desde el principio, siempre que no sufras de vértigo, claro. El suelo, de hecho, es una plataforma de rejilla metálica abierta que permite observar el cauce fluvial. La pasarela es un diseño del arquitecto Filipe Bandeira y, lógicamente, anhela ser una clara atracción para los amantes de la ingeniería y también para los aficionados a la naturaleza extrema, afirman sus promotores.
Por ello, para cruzarlo es necesario tener cierto valor. Bueno, y 12 euros en el bolsillo, el precio de la experiencia. Accede aquí si quieres ver un vídeo sobre el puente peatonal.
La apertura del puente 516 Arouca ha desbancado al también impresionante Charles Kuonen o Europabruecke (Puente de Europa), que, con sus 494 metros de longitud y ubicado entre Grächen y Zermatt (Suiza) era hasta ahora el más largo del mundo.

Se encuentra a una altura máxima de 85 metros sobre el valle alpino. Lo mejor de transitarlo no solo es la emoción de caminar por un lugar tan estrecho (60 cm.) y a tanta altura, sino hacerlo por un paisaje sobrecogedor en el que destaca el famoso pico Matterhorn. Es de dos sentidos, por lo que impresiona el momento de cruzarse con otro caminante.
Otros puentes que no se quedan nada cortos…
Situado sobre la presa de mayor altura de Alemania, la presa de Rappbode, el Titan-RT alcanza los 457 metros de longitud.

La pasarela está formada por una rejilla de 120 centímetros de ancho, protegida por una barandilla de 130 centímetros de altura. Desde este puente también es posible saltar en el péndulo llamado GigaSwing, de manera que se experimenta una caída libre para disfrutar de su posterior balanceo.
Otro de los puentes peatonales más espectaculares del mundo se encuentra en la provincia china de Hunan. Tiene 430 metros de longitud y la plataforma para recorrerlo es de 6 metros de ancho.

Ahora bien, lo que más impresiona para el visitante es caminar por sus placas transparentes, que te ‘exponen’ a la sensación de estar a más de 300 metros del suelo sobre el aire. Nada apto, por tanto, para todo aquel que sufra de vértigo.
Son muchos los puentes largos que ofrecen experiencias difícil de olvidar. Otro de de ellos es el Kokonoe Yume, en Japón, con 390 metros de longitud y una altura de 173 metros.

…y 10 puentes españoles, tan bellos que casi te olvidarás de los anteriores
Puente de Triana (Sevilla)

Son varios los puentes que cruzan el Guadalquivir a su paso por Sevilla, pero ninguno como el Puente de Triana. Además de ser uno de los puentes más bonitos de España, también es todo un atractivo su entorno.
Puente Romano de Córdoba

También une las dos orillas del río Guadalquivir, pero en este caso a su paso por Córdoba. Durante más de 20 siglos fue el único con el que contaba la ciudad. Ha sufrido varias transformaciones en su dilatada vida y en la última se adoptó la decisión de peatonalizarlo. Todo un acierto para el disfrute del ciudadano y el turista.
Puente de Alcántara (Cáceres)

Lo construyeron los romanos entre los años 104 y 106 d.C., y lleva más de 1.900 años permitiendo cruzar el río Tajo a su paso por la localidad cacereña de Alcántara. Consta de 6 arcos y los más altos de sus pilares llegan a los 47 metros de altura.
Puente Nuevo de Ronda (Málaga)

Es el monumento más emblemático de Ronda, sobre una espectacular garganta excavada por el río Guadelevín. La construcción del Puente Nuevo empezó en el año 1759 en sustitución al anterior que se derrumbo unos años antes.
Puente Colgante (Valladolid)

No es el puente más antiguo de la ciudad de Valladolid, pero sí uno de los más emblemáticos que cruzan el Pisuerga. Construido en 1865 por una compañía londinense, el Puente Colgante tiene una longitud de 75 metros y unía en su época el Monasterio de Nuestra Señora de Prado, convertido por aquel entonces en cárcel, con la otra orilla en la que la urbe crecía. Sus vigas de hierro son características y uno de los más fotografiados de la capital pucelana.
Puente de San Pablo (Cuenca)

Este puente, también de estructura de hierro, data 1903 y su construcción fue ordenada para sustituir al anterior que se derrumbó. Al atravesarlo te permite contemplar una estampa idílica como es la Hoz del Huécar en Cuenca.
Puente Romano de Salamanca

Salamanca tiene a gala tener también uno de los puentes más bellos de España. La ciudad lo lleva en su propio escudo y su espectacularidad sobre el río Tormes, con las catedrales al fondo, aparecen en cualquier guía turística del mundo.
Puente Viejo de Besalú (Gerona)

Construido en el siglo XI, ha tenido que ser reconstruido en diferentes ocasiones. La última, tras la destrucción que sufrió durante la Guerra Civil. Cruza el río Fluviá y presenta dos torres que estaban unidas a la muralla y que servían de puerta a la ciudad.
Puente de Portugalete (Vizcaya)

Puente de Portugalete, Puente Colgante, Puente Vizcaya… No será por nombres, pero este puente que une los municipios de Getxo y Portugalete sobre la ría del Nervión constituye uno de los mejores ejemplos mundiales de puente colgante. Fue inaugurado en el año 1893 y está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Puente de Piedra (Zamora)

Construido en el siglo XIII, el Puente de Piedra ha sufrido varias reformas a lo largo de la historia. Su relación con la ciudad va más allá de un paso sobre el río Duero, es todo un símbolo en una ciudad histórica, amurallada en gran parte y que atesora un excelso conjunto monumental y artístico que bien podría, como apuntan destacados expertos, recibir el reconocimiento de Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por su situación en la Vía de la Plata, el puente fue un importante paso sobre el ‘padre’ Duero.