
La capital vallisoletana acogió, tal día como hoy de hace 474 años, la decisión del emperador de suspender las conquistas al otro lado del Atlántico
Este hecho, inaudito en un imperio, dio lugar meses después al debate posterior conocido como la Controversia de Valladolid en el Colegio de San Gregorio, actual sede del Museo Nacional de Escultura


Tal día como hoy, 16 de abril, del año 1550, el todo poderoso emperador Carlos V detuvo el proceso de conquistas en América ante las dudas sobre la legitimidad de las conquistas del Nuevo Mundo y el trato dispensado a los indígenas. Esta decisión, adoptada en el Palacio Real de Valladolid, es el germen de lo que pocos meses después dio lugar a la llamada Controversia de Valladolid, celebrada durante varios meses del propio año 1550 y del año 1551 en el Colegio de San Gregorio (actual sede del Museo Nacional de Escultura) –en la imagen principal– de la capital vallisoletana. La propia Organización de Naciones Unidas (ONU) considera a este debate el origen de los derechos humanos y que, a la postre, significó el cambio de pensamiento en la historia del mundo y la humanización de las relaciones internacionales.


El emperador Carlos V quería tener la certeza de obraba con justicia en las conquistas al otro lado del Atlántico. Varios expertos contraponen que lo que buscaba en realidad era hallar argumentos para defenderse de la envidia y codicia de sus enemigos europeos. Pero, sea como fuere, lo cierto es que la decisión histórica e inaudita de un imperio, dueño de medio mundo en aquella época, es todo un hito en la historia universal, porque ningún emperador había sometido jamás a debate su propia forma de proceder en los derechos del imperio. Lo hizo él y desde la ciudad de Valladolid.
Como dice el dicho, la historia se repite. O casi. Porque, salvando todas las distancias y circunstancias, ¿sería posible hoy escuchar a Putin suspender su invasión de Ucrania? O, ¿a Netanyahu, el líder israelí, parar la guerra para reflexionar sobre la invasión militar de la Franja de Gaza y abrir un debate de juristas internacionales sobre el devenir de la región?
La Controversia de Valladolid es, 474 años después, una lección de derecho internacional, basada en la confrontación de ideas y el debate sobre la ética de una conquista mediante la fuerza.

La Controversia de Valladolid
¿Pero qué significa la Controversia de Valladolid? Así se denomina a los intensos debates liderados, de un lado, por Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los derechos de los indígeneas; y, de otro, por el también sacerdote Juan Ginés de Sepúlveda, proclive al sometimiento de los indígenas. Hay que recordar aquí la influencia de los postulados de Francisco de Vitoria, fraile dominico español, escritor y catedrático de la Universidad de Salamanca, porque sus argumentos son la levadura de los más de 500 folios que acabó leyendo De las Casas para sostener sus posiciones a favor de los indígenas. Es decir, la llamada Escuela de Salamanca, de la que Francisco de Vitoria fue su claro precursor, con su crítica severa a la conquista española, los abusos practicados a los indígenas y, en definitiva, sus argumentos de peso para contribuir al derecho internacional moderno y al cambio de pensamiento universal.


También fue clave la figura de Fray Antón Montesinos, sacerdote misionero que años atrás realizó una defensa vehemente de los aborígenes en contra de la esclavitud, las formas de proceder de gobernantes y capitanes de la conquista y los supuestos derechos de la Corona de Castilla sobre esos territorios.

Los documentos de la Controversia, en la Biblioteca Nacional de París
Domingo de Soto fue quien se encargó de hacer la transcripción en latín de todo lo que se dijo en la Controversia de Valladolid, documentos que se encuentran hoy en día en la Biblioteca Nacional de París. Un hecho de expolio que se atribuye a Napoleón Bonaparte cuando saqueó el Archivo de Simancas y trasladó a Francia una gran cantidad de archivos alojados en el archivo vallisoletano. De la documentación de la Controversia de Valladolid existe una copia en la Biblioteca de Washington, en Estados Unidos, pero ni una sola página en Valladolid, ciudad a la que legítimamente le correspondería la custodia de esos históricos documentos.

No son pocas las voces que consideran también a la Controversia de Valladolid el antecedente de los derechos del hombre y la economía social y también quienes le alaban su inteligencia política, porque realmente nunca estuvo dispuesto a renunciar a las Indias, pero lo simuló durante un largo tiempo.
En cualquier caso, la documentación histórica avala que Carlos V escuchó a los críticos de la conquista; no sólo a Fray Bartolomé de las Casas, sino también al fraile dominico Francisco de Vitoria, catedrático de la Universidad de Salamanca, quien habló luego de la conquista del Perú por Francisco Pizarro y de México por Cortés.

Tras su abdicación, en noviembre de 1556, Carlos V se retiró al monasterio de Yuste, donde vivió austera y apaciblemente durante un año y medio, alejado de la actividad pública. Su habitación era pequeña con un lecho y una ventana para ver la misa. Estaba en manos de la orden de los Jerónimos que lo guiaron espiritualmente en ese retiro. El emperador murió de paludismo, el 21 de septiembre de 1558, aunque luego su hijo Felipe mandó trasladar sus restos en 1573, junto a los de su esposa Leonor, al Monasterio de El Escorial.

Largometraje documental
Todo este proceso puede verse hoy en día en el largometraje documental ‘La Controversia de Valladolid: El amanecer de los derechos humanos’, del cineasta vallisoletano Juan Rodríguez-Briso, y cuya proyección tiene lugar esta semana en la capital pucelana. Un trabajo audiovisual que recrea a la perfección lo sucedido no solo durante los dos años de la Controversia, sino las décadas anteriores desde la llegada al Nuevo Mundo en 1492.
El documental es fruto de una investigación llevada a cabo en los lugares claves de los hechos, como son Valladolid, Tordesillas, Medina del Campo, Salamanca, Sevilla, Barcelona y República Dominicana, entre otros. Unas 200 personas han formado parte de este trabajo audiovisual que ha exigido tres años de estudio previo y realización y que cuenta con un plantel de lujo de actores y actrices y que, en palabras del director, persigue el conocimiento por parte del público de un hecho tan relevante en la historia como es la Controversia de Valladolid. «Yo mismo reconozco que fue hace tres años cuando me enteré de este importante hecho», señala Rodríguez-Briso para, a renglón seguido, reivindicar que Valladolid reclame a París los documentos que conforman este debate histórico.

Por Rafa Monje
viajarymuchomas.com