
Un recorrido para comenzar el mes de abril sintiéndote un auténtico aventurero de la historia
¿Qué te parece alimentar tu alma viajera en abril con una ruta a los 4 pueblos de Castilla y León más antiguos de España? Son historia viva de que el inexorable paso del tiempo refuerza el carácter de municipios que, en algunos casos, su ‘fecha de nacimiento’ superan los mil años de antigüedad.
Hablamos de localidades que, además de esa bienvenida y cuidad vejez, atesoran un patrimonio excepcional, ejemplo evidente de la riqueza histórico-artística que representa su auténtica seña de identidad.
¡Comenzamos! Nos vamos a las provincias de Valladolid, Palencia, Segovia y Soria.

Brañosera (Palencia)
La provincia de Palencia cuenta con el ayuntamiento más antiguo de España: Brañosera. Corría el año 824 cuando Alfonso II el Casto, concedió la primera Carta de Fuero, germen de los ayuntamientos, a esta localidad del norte de la provincia palentina, ubicada a pie de la vertiente sur de la cordillera cantábrica.
Brañosera es un pequeño pueblo de unos 250 habitantes y su entorno está lleno de encantos. En los límites entre la provincia palentina y Cantabria, accede de desde la carretera P220, partiendo de Aguilar de Campoo. Al pie de la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, se encuentra mimetizado con la naturaleza, al estar abrazado por un bosque de centenarios robles y hayas, hogar del oso pardo, de ahí su nombre: Braña Ossaira, que quiere decir «tierra de brañas y osos».

Pasea sin prisa por sus calles, al calor de la piedra rojiza, en dirección a su Ayuntamiento. Es un pueblo pequeño con gran encanto, por lo que recorrerlo te resultará una tarea muy sencilla.
Además del Ayuntamiento, no dejes de visitar la iglesia de Santa Eulalia, la ermita de San Roque, La Corrala y el Mirador de Argilo.

Sepúlveda (Segovia)
Sepúlveda es villa y pertenece a la provincia de Segovia. Cuenta con la Declaración de Conjunto Histórico Artístico desde el año 1951 y su población ronda los mil habitantes. Esta bella localidad se sitúa en el entorno del parque natural de las Hoces del Río Duratón, lo que supone un atractivo añadido a un recorrido que invita al disfrute del patrimonio y la naturaleza más atrevida.
La fundación de la villa se pierde en la antigüedad hasta el hecho de que se supone que es anterior a la confirmación de su célebre Fuero a la Villa de Sepúlveda por el rey Alfonso VI, en ‘era MCXIIII’, el año 1114 de la era hispánica, o sea: el 1076 de la era cristiana.
Sepúlveda forma parte inexcusable de cualquier escapada por el espléndido medio rural de Castilla y León. Encajonada entre impresionantes barrancos formados por la acción erosiva del río Duratón, esta villa segoviana fue fundada en la Edad del Hierro, engrandecida por los romanos, frontera entre el cristianismo y el islam, y amurallada en la Edad Media.

Famosa por sus siete puertas (sus llaves aún se conservan en el Ayuntamiento), no dejes de buscar la Puerta de la Fuerza o la Puerta del Azogue. Disfruta de sus casas solariegas con fachadas blasonadas, como la Casa de las Conchas, la Casa de los González de Sepúlveda o la Casa del Moro. No tengas miedo y entra en la Cárcel. Visita las iglesias de Nuestra Señora de la Peña, patrona de Sepúlveda, y la de Santiago, y por supuesto descansa de sus calles empinadas en la Plaza Mayor, contemplando el castillo de Fernán González, al que se le fueron adosando varios edificios de diferentes épocas.
Si todavía no te has dejado llevar por el aroma del rico lechazo asado típico de la zona, no lo dudes. Coge fuerzas para iniciar una de las múltiples rutas de senderismo o kayaks que te ofrece las Hoces del Río Duratón.

Calatañazor (Soria)
Conocido por la derrota que allí sufriera Almanzor de las tropas castellanas y leonesas en 1002. Aunque algunos historiadores difieren en cuanto a este hecho, el episodio es conocido como la Batalla de Calatañazor, en la que los cristianos derrotaron al célebre caudillo árabe Almanzor y, según reza la tradición, murió en Bordecorex y fue enterrado en Medinaceli.
Pero la historia de Calatañazor (también en la imagen principal) se remonta a diez siglos atrás a época ibérica, aunque en otra ubicación situada a 1 kilómetro al suroeste en el Cerro de los Castejones, sitio arqueológico poblado desde el II a.C. hasta el V d.C y que se corresponde con la ciudad arévaca de Voluce.

Es probable que con la invasión visigoda la población se asentara ya en el cerro que corresponde a la actual Calatañazor y que las tumbas antropomorfas de su entorno correspondan a este periodo histórico. Durante la Edad Media, estuvo vinculada al linaje de los Padilla, señores de Calatañazor. En el siglo XVII pasó a la casa de los duques de Medinaceli y posteriormente al Marqués de Feria.

Peñafiel (Valladolid)
Peñafiel pertenece a la provincia de Valladolid. Esta villa histórica fue repoblada en el año 912 y reconquistada en 1013, y se encuentra estratégicamente situada en el centro de su comarca, a 56 kilómetros de la ciudad de Valladolid, en dirección este.
Peñafiel, capital de la Ribera del Duero, se encuentra no en vano en pleno valle del río, pasando su cauce a unos metros hacia el norte, donde el Duratón corta por la mitad el núcleo urbano, para después unirse al Duero.
Al llegar a Peñafiel, incluso desde varios kilómetros antes, verás desde muchos puntos su imponente castillo, situado en un cerro estratégico, desde el que se pueden admirar tres valles: el del Duero, el del Duratón, así como el del Arroyo Botijas.

Sin duda, este castillo presenta una de las más hermosas fortificaciones que puebla nuestra geografía nacional y, de hecho, está declarado Monumento Nacional. Construido en diversas fases desde el siglo IX hasta que sufre las últimas remodelaciones en el XV, sin olvidarnos las que hiciera en el XIV el Infante Don Juan Manuel.
El castillo tiene 210 metros de largo por tan sólo 20 de ancho y muchos lo han descrito como un auténtico barco anclado en tierra. La torre del homenaje, de 34 metros de altura se ubica prácticamente en el centro del recinto, dejando a uno y a otro lado, dos patios interiores, uno de los cuales, el del norte, era ocupado por los almacenes y aljibes; y el del sur, por las caballerizas y guarniciones, aunque hoy es el ocupado por el Museo Provincial del Vino, referente enoturístico de la provincia de Valladolid.

Pero no olvides que estás en una de las localidades más espectaculares de España y no sólo su imponente castillo tiene una visita obligada. Otros lugares y espacios que no debes dejar de conocer en la villa son la Plaza del Coso, lugar de las distintas celebraciones taurinas que desde la Edad Media se vienen celebrando.
Además, dentro de la plaza se encuentra el Aula de Arqueología. En ella se intenta representar como era la vida cotidiana de la población vaccea de Pintia, situada a 4 kilómetros en la pedanía de Padilla de Duero. También en esta plaza se encuentra el Centro de Interpretación. Pero hay otros monumentos que bien merecen tu visita, como son la iglesia y el convento de San Pablo, entre otros.

Por Rafa Monje
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