El Museo Ponce de León, en la provincia de Valladolid, recreará el primer poblado indígena 'taíno' de Europa

El Museo Ponce de León, ubicado en la localidad natal del descubridor de Florida, estrenará el primer ‘poblado taíno’ en Europa

La cuenta atrás para conmemorar los 500 años del fallecimiento de Juan Ponce de León (1460 Santervás de Campos, Valladolid – 1521 La Habana, Cuba) ha comenzado. Los vecinos de este vallisoletano, que descubrió Florida y situó a Norteamérica en los mapas del Viejo Mundo en 1513, tienen marcada esta efeméride en su calendario.

Indios yanomani que habitan selvas de Venezuela y Brasil, principalmente.

Aunque la pandemia ha borrado gran parte de lo que habría sido la conmemoración deseada, el Ayuntamiento de Santervás de Campos, guarda una sorpresa. Entre sus planes está “inaugurar en breve el primer poblado taíno de Europa”, según informa a Viajar y Mucho Más (VYMM) el alcalde de este pequeño municipio emplazado al norte de la provincia Valladolid, Santiago Baeza.

Y, como no podía ser de otra manera, el ‘reencuentro’ entre el descubridor y el pueblo indígena que halló al ‘hacer las Américas’ tendrá lugar en el interior del Museo Ponce de León (en la imagen principal) que, desde 2017, mantiene viva la figura del conquistador vallisoletano y toda su época.

Con esta recreación de una ciudad indígena se pretende dar a conocer cómo era la vida de los indígenas con los que Juan Ponce de León entabló relaciones, más o menos pacíficas, durante su estancia en el continente americano.

No hay una fecha exacta para la inauguración”, lamenta el alcalde, quien afirma que las circunstancias actuales hacen que “sea muy complicado movilizar a los vecinos” y más aún a esas autoridades de Puerto Rico o de Florida a las que le habría gustado invitar.

Río Orinoco a su paso por Venezuela. Los taínos procedían principalmente de su desembocadura.

Pero ¿quiénes fueron los taínos?

Los taínos eran los habitantes que residían, sobre todo, la República Dominicana, Haití, Puerto Rico, Cuba y Jamaica mucho antes de que los españoles iniciaran allí su colonización. Era un pueblo que procedía de América del Sur, especialmente de la desembocadura del río Orinoco. En la época de la conquista española, los mayores asentamientos taínos podían alcanzar los 3.000 pobladores, divididos en cuatro clases sociales.

Los pueblos estaban divididos en cacicazgos, cada uno dirigido por un cacique principal o jefe, a quien se le debía homenaje. Solo los caciques tenían la posibilidad de llevar colgantes de oro, llamados chain, y de vivir con su familia en ‘caney’ rectangulares. El resto de la población -nobles de la tribu, sacerdotes y trabajadores de la tierra- lo hacía en bohíos ovalados, durmiendo en hamacas tejidas de algodón. Sus viviendas se construían con hojas, madera y canela.

Su principal actividad era la agricultura. Especialmente cultivaban mandioca, papa, maíz, maní, pimienta, piña, batata, algodón y tabaco. Cazaban pequeños roedores e iguanas y pescaban empleando anzuelos, redes y venenos.

Eran politeístas y sus principales pasatiempos eran el baile, la música y un juego de pelota que suscitó gran interés entre los españoles, ya que la pelota estaba fabricada en goma, hoja y resinas que rebotaba.

Un viaje en el tiempo: Museo Ponce de León en Santervás

Esta recreación será la novedad de un museo que justo ha cumplido este mes sus cuatro primeros años de existencia y que ha recibido entre sus muros a más de 4.000 personas. De no haber sido por la irrupción de la pandemia, la cifra a buen seguro se habría incrementado exponencialmente gracias, en parte, a la promoción que desde el pequeño consistorio se está llevando a cabo entre colegios de la provincia.  

Túnel en el interior del Museo Ponce de León.

Fue una pregunta del rey de España, Felipe VI, (entonces príncipe) al alcalde de Santervás de Campos, durante la clausura en Miami en 2013 del V Centenario de la llegada de Ponce a Florida, la que sirvió de punto de partida para crear este museo.

“Me preguntó si en el pueblo conservábamos la casa o algún resto del lugar donde nació Ponce de León, y le contesté que nada”, rememora Santiago Baeza, quien, sin dudarlo, se puso a trabajar para hacer realidad este museo monográfico que abrió sus puertas en 2017.

Son 600 metros cuadrados de túnel del tiempo que permiten al visitante sumergirse en el momento histórico, a ambos lados del Atlántico, en el que vivió el personaje, entre los siglos XV y XVI.

Ya de por sí el edificio elegido, propiedad municipal, es singular. Se trata de una casona del siglo XVII que fue un antiguo convento perteneciente a un priorato benedictino. Bajo él se encontró un túnel que conducía hasta la iglesia de San Gervasio y San Protasio, advocación que responde a dos mártires de Nerón.

Carabela que acoge el interior del Museo.

Y es en la bodega donde se encuentra la parte central del museo. La forma del edificio permitió reproducir “prácticamente a tamaño real” una carabela como en la que viajó Ponce de León. La idea de enclavar en plena tierra de campos la proa de un barco fue de Raúl Gómez, director de teatro e impulsor del Festival de Teatro Alternativo de Urones de Castroponce.

El museo consta de nueve salas donde el visitante podrá sumergirse en un viaje en el tiempo: caminar por la cubierta de la carabela, curiosear en los camarotes, husmear entre los instrumentos de navegación que se utilizaban en la época del ilustre vecino de Santervás de Campos, entre sus enseres y vestimentas, conocer la cocina de la madre de Ponce, e incluso descubrir la biblioteca donde estudió, o las armas y aperos de labranza que se usaban.

Recreación del camarote donde viajó Ponde de León.
Biblioteca de Ponce de León que acoge el Museo.

No falta detalle. Los paneles informativos con los que se recrea la vida cotidiana de la época se han dispuesto como el retablo de una iglesia, basándose en el libro ‘Retablo de Ponce de León’, obra de Enrique Sánchez Goyanes.

El escenario diseñado permite, sin dudarlo, hacerse una idea muy aproximada de la época y aventuras que vivió Ponce de León en ‘las Américas’, así como la trascendencia de esa etapa de descubrimientos. No en vano, al descubridor vallisoletano le acompañan en pintura los Reyes Católicos y Cristóbal Colón.

Nada más salir del museo, el viajero se encuentra con la estatua del explorador que no pierde detalle de la iglesia de San Gervasio y San Protasio, en el que él mismo fue bautizado. Es de estilo románico-mudéjar del siglo XII. De piedra y ladrillo, presenta uno de los ábsides más valiosos del mudéjar vallisoletano.

2021 no solo es el año en que se conmemoran los 500 años del fallecimiento en Cuba del más venerado vecino de Santervás de Campos. 2021 es año Jacobeo y precisamente este municipio vallisoletano es un lugar perfecto para reponerse de la travesía del Camino de Santiago en su ramal de Madrid.

Por Mar Peláez

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