San Juan de Gaztelugatxe, un enclave privilegiado en la costa vizcaína

Un camino zigzagueante de 241 peldaños y el puente que une la ermita con tierra firme evocan en la costa vizcaína el misticismo y una belleza exuberante  

Ubicado entre las localidades vizcaínas de Bakio y Bermeo, San Juan de Gaztelugatxe es más que un escenario de cine y, por supuesto, punto obligado de visita si viajas a Bizkaia. Supone en realidad una vivencia que debes experimentar al menos una vez en la vida. Contemplar desde tierra firme la isla, con su ermita en la cumbre, y el camino zigzagueante a lo largo de 241 peldaños es un paisaje absolutamente cautivador.

Te recomendamos, por ello, iniciar la visita de la manera más tranquila posible, aferrándote a esa visión inigualable durante varios minutos. Echa a volar la imaginación. Intuye la llegada de piratas, la celebración de aquelarres y las disputas entre guerreros. Y, de manera especial, déjate embaucar por el misticismo que rodea a este entorno de tremenda belleza, junto a acantilados, rocas y cuevas sobre un lienzo de intenso color azul, el del mar Cantábrico, curiosamente en calma durante nuestro recorrido.  

San Juan de Gaztelugatxe es un lugar privilegiado en el término municipal de Bakio, dentro de la histórica comarca de Uribe Butrón, entre los municipios de Munguía y Bermeo. La isla sobre la que se asienta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe se encuentra a 35 kilómetros de Bilbao y el trayecto hasta esta maravilla de la naturaleza es ya un regalo para los sentidos.

Panorámica impresionante

La Bizkaia más verde y hermosa da la bienvenida al viajero, entre pueblos auténticos, una arquitectura rural jalonada por los tradicionales caseríos, muchos de ellos remozados. Conviene detenerse ya en alguno de estos parajes en los que es frecuente ver vacas y rebaños de ovejas, dándose un festín entre la hierba alta. El olor a campo y la panorámica invitan al relax y al disfrute. ¡Qué mejor comienzo para la escapada que te proponemos! También es meritorio el buen estado de las carreteras locales que pronto nos acercarán hasta el aparcamiento junto a Gaztelugatxe.

Estamos en primavera y, sin duda, es una de las mejores épocas para conocer este asombroso enclave. En verano es conocido el alto número de visitas que registra, lo que obliga a solicitar previamente el tique gratuito de acceso.

Zigzagueo de película

Tras dejar el coche estacionado y dar unos pasos, enseguida el horizonte nos centra la vista sobre la isla, unida a tierra firme por un puente construido por la mano del hombre y sus 241 peldaños en un zigzagueo de película.

La referencia al séptimo arte es lógica, porque muchos reconocerán este lugar como la fortaleza Rocadragón de la séptima temporada de ‘Juego de Tronos’, la archiconocida serie televisiva de la plataforma HBO.

En realidad, estamos ante un castillo de roca. De hecho, en euskera ‘gaztelu’ significa castillo y ‘aitz’, roca.  Pero la historia de esta zona es tan larga como azarosa a lo largo de los siglos. La actual iglesia no es la original. Incendios y batallas son la causa de la reconstrucción de esta edificación en diferentes ocasiones.

Una historia convulsa

La historia sitúa el origen de la primera ermita en el siglo IX, convirtiéndose tres siglos después en un convento. San Juan de Gaztelugatxe ha sido escenario de piratas, leyendas y aquelarres (reuniones de brujas) y, aunque no con la certeza necesaria, podrás decir que has pisado sobre la huella que dejó allí San Juan Bautista, lo que, aseguran, trae buena suerte, una vez que alcances la cumbre.

Antes, acuérdate que debes subir los 241 peldaños y, por esa razón, te recomendamos que lleves ropa y calzado cómodo. Por cierto, los escalones han sido reconocidos como una de las escaleras más espectaculares del mundo y, con toda sinceridad, no es ninguna exageración.  

La historia también atribuye a San Juan de Gaztelugatxe un objetivo defensivo, a modo de protección del señorío de Bizkaia. Se erigió como baluarte contra Alfonso XI, rey de Castilla, quien fue humillado y obligado a retirarse por parte de los siete caballeros de Bizkaia.

A finales del siglo XVI fue atacado de nuevo. En esta ocasión por Sir Francis Drake y sus corsarios, que saquearon todo lo que encontraron a su paso, matando al ermitaño que cuidaba del lugar. Hasta la iglesia católica utilizó este enclave durante la Inquisición española para encerrar a los acusados de brujería.

Todo lo anterior provocó el deterioro de la iglesia de Gaztelugatxe hasta el punto de que en 1886 tuvo que ser reconstruida completamente.

Como te habrás dado cuenta, este lugar es mágico y su misticismo late en todo el recorrido. No te pierdas después la visita a pueblos como Mundaka, Elantxobe o Lekeitio… La costa vizcaína no te defraudarará. Muy al contrario, te sorprenderá gratamente.

¡Acércate y lo comprobarás!

Nosotros seguimos ruta y os contaremos más adelante nuevas experiencias.

Rafa Monje

Por Rafa Monje

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